Poema de Cynthia Rascovsky

Parir un horizonte

La serpiente mordió mis talones
después de un tedioso ronquido nocturno.

Desperté a la abstracción terrenal bajo una grieta vertiginosa;
cayendo a los lados de una apariencia transitoria
de un paisaje indefinido, concluí.

Los labios secos con escarcha de luna,
gritaron, aumentando mis latidos, apresurando el clima mañanero
buscando donde atrincherarme y curar mis lamentos.

Pícaro reptil agudizó punzante mi vistazo y mi grito oficial.
Mezquino al saberme sola con mi costilla rota y quebrada al pánico adverso,
a la yugular iba la próxima agresión,
sin razón alguna ambicionaba mi subsistencia.

Ajusté la fuerza y las ganas de andar sin ataduras
 y lancé mi mejor tiro de esgrima,
clavé sin dudar las uñas bajo el cuero duro de un primer obstáculo
 y rasgué las vestiduras de princesa para combatir por primera vez mi realidad.
Con el veneno ya ingresado en mi sangre lavé mi cara y mis ojos.

Parí un nuevo horizonte con la mirada en mayúsculas y de rodillas decidí partir.
Cada huella cada espina cada obstáculo voy sumando e hilando mi destino.
Son mis pasos, los nuevos, los recuerdos, el equilibrio
 y la fortaleza quien levanta mi bandera.


    © Cynthia Rascovsky.