A la encargada
La encargada de la pensión de Villa Luro
en mi pieza
y en mi cama
me moni
toreaba
Fabuloso en mi desnudez
de pie
y con ella tendida entre mis piernas
santificándose con mis destellos seminales
declamaba transida un algo
como del registro de la beatitud
la muy bruta.
© Rolando Revagliatti
jajajaajajjajajjaajaj
ResponderEliminar!!Genial, maestro!!!
Besossssss
Ese final es insuperable!
ResponderEliminarCarlos Dariel
Encantador poema, Rolando. Un maestro en estos tipos de juegos...
ResponderEliminarQuerido Rolando: Estupendo poema con un final que sorprende y fascina más teniendo en cuenta el verso anterior.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
ResponderEliminarno sé si es tu propósito, pero realmente siempre que leo algo tuyo, lo hago con la risa a flor de piel.
saludos
Anahí D.B
Genial! Me gusta mucho los juegos poeticos q empleás. Un cariño
ResponderEliminarAlicia Corrado Mélin
El ave maría quizá? jajaja
ResponderEliminar