Hay momentos en que las cosas se acomodan
ceden
su contenido,
en el hueco del temblor
y
ese estremecimiento es nueva letra
en
el cuerpo del remanso.
La
tierra se humedece tierna y paciente
la
lluvia lava todo deshecho,
y
bendice la ocasión
en
las vísperas de esta luna creciente.
©
Marizel Estonllo
Me parece un poema extraordinario, de ésos que "uno quisiera haber escrito". Felicitaciones.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Me en-can-tó Marizel. Tiene unas piernas que caminan el aire, así se siente el poema.
ResponderEliminarFelicitaciones
Lily Chavez
Muy bello!!!!
ResponderEliminarLaura Soledad Romero
Un poema suave, tranquilo, como la tierra humedecida por esa lluvia que lava los desechos, y promesa de un renacer con una mirada nueva,
ResponderEliminarcuando nos despojamos de la piel que nos ahoga.
Un poema bendito Marizel
Ignacio