Ahora mi único padre es el
tiempo,
y su rara compasión espera
por mí,
me mira fijamente desde un
despeñadero.
En el camino, las hojas de
los olivos
parecen plata manchada a la
luz de la tarde.
Los pájaros prefieren los
árboles con ramas muertas,
pueden lanzarse al vuelo en
cualquier dirección.
¡Ah! Hacer un fuego sobre
el montículo de
orfandad con ramitas muy
secas.
Aprender a ver la vida
como un campamento
provisorio:
cenizas y café con obsesiones
por la mañana,
ceniza de acacias para entrar al desierto.
© Paulina Vinderman
Me gusta este poema, va tomando "marcha" hasta el final deslumbrante.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Una buena descripción de la vida a plena naturaleza , me gusta la forma de decir , muy seductor el poema y la belleza exterior
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Hermoso, mi admiración Paulina!
ResponderEliminarLily Chavez
Hermoso, mi admiración Paulina!
ResponderEliminarLily Chavez
me gusta esl juego entre lo que somos y la comparacion con la naturaleza, por lo menos asi lo senti, fue un placer
ResponderEliminarpatricia corrales
Paulinaaaaaaaaa!! siempre tan bello... tus dedos siembran
ResponderEliminarQUERIDA PAULINA..COMO SIEMPRE,ALTA TU POESIA, CAMPANARIO PROVISORIO DESDE DONDE COMPARTIMOS LOS SUEÑOS!!ABRAZO
ResponderEliminarmaria del mar
Querida Paulina,a través de unas pocas imágenes genuinas se llega a definir el tiempo y la vida.
ResponderEliminarParecería que el despeñadero y el camino a la luz de la tarde, el tiempo es padre. Y al final hay orfandad, no hay tiempo. La vida es un desierto para entrar en el desierto, tal vez la nada, tal vez es caminar hacia la tierra prometida.
De todas fomas es notable la afinidad de las palabras entre sí (prender / aprender a ver, las cenizas de todas las mañanas, las cenizas de las acacias)Estupendo poema en el que los momentos del día y el follaje va transformándose.Un beso.
Isabel Llorca Bosco
para releerlo, cada lectura deja algo más...
ResponderEliminarsaludos
anahí duzevich Bezoz
como siempre Paulina una delicia leerte, un fuerte abrazo
ResponderEliminarAnaMariaManno
Una mirada muy inteligente y particular de tiempo como "Un padre compasivo que mira desde un despeñadero" ¡Hermoso poema Paulina !
ResponderEliminarEn realidad a mí más que descripción de la naturaleza me sacude la expresión, "los pájaros prefieren los árboles con ramas muertas" ese me parece el nudo del poema, para desplegar las alas tenemos que enterrar a los que nos precedieron, a veces...
ResponderEliminarPaulina, me gusta mucho tu poema, parece una colección de aforismos. Un poema con una infinidad de lecturas, tantas como lectores tenga.
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen Amato
La palabra no se dilapida y se abre justa, certera. No sólo es la idea, sino una música, parte de una construcción de belleza mayor. Un gusto leerte. Enorme gusto...
ResponderEliminarTocaya: Me gustó tu poema, que destila una serena amargura. La segunda estrofa es maravillosa.Un abrazo.
ResponderEliminarPaulina querida,
ResponderEliminarla vida y nosotros somos tiempo, como lo dices en tus versos.
El tiempo nos mira desde el despeñadero de la vida, y por instantes, preferimos ver el horizonte desde las ramas muertas, como los pájaros, aunque a nosotros, los humanos, nos duela. La vida, ese campamento provisorio, pleno de cenizas, acompaña desde las mañanas y da fuerzas para entrar al desierto.
Muy bello el poema. La letra de la naturaleza inscripta en las hojas de los olivos y en la ceniza de las acacias me habla de tierras y tradiciones antiguas.
Un abrazo
La mágica caminante de la palabra no puede cesar de andar, y adquiere la vasta visión que va más allá de "las ramas muertas", porque más que su sequedad, ella captará la ternura de lo que fue, por eso comprende a los pájaros y abre su absoluta lucidez, porque no olvida ese "montículo de orfandad" de donde parte, ese tristeza que está en su alma, que ve "la rara compasión" del tiempo desde su "campamento provisorio".Un poema para mil veces releer y mil veces sentir. Un abrazo y muchas manzanas Irene Marks
ResponderEliminarMagnífico texto, con imágenes que conmueven por su belleza y profundidad. Frente a lo irremediable, la palabra poética para trascender y dar categoría estética al desamparo. Me gustó mucho. Un beso. Adriana Maggio
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