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Tu poema comienza con la toma de aire, el necesario para poder iniciar la travesìa de un cambio interior. Todo es cìclico en la vida, por eso, se exala y se vuelve a respirar.
Un enorme abrazo Elisa,tus poemas son siempre muy bienvenidos a mi vida.
En la brevedad de un suspiro, este poema nos revela la inevitable tarea de la transformación, la inercia contagiosa de la vida, el inconmensurable gesto de morir, poco a poco, con los ojos bien abiertos...
celebro el uso de los infinitivos, tan impersonales, a los que sabés darles vida. no me equivoqué, eli, cuando dije que sos fatal, escribiendo. un beso. susana zazzetti.
Elisa: hola me gustan los poemas breves, el tuyo tiene fuerza y me encantó. La última palabra a veces puede ser la que nos salva y luego podemos respirar tranquilos. cariños
Querida Elisa: tu poema tiene el ritmo de la respiración del cosmos, es como si la recuperaras y con ella la armonía del ser, luego de circular en el"viento" y viajar en la zona donde se acumulan los "sueños". Luz onírica nos empapa los pasos en tu voz, La imagen elegida por Gus, esas amapolas a la vera del camino, como mirando la luz, expresa bien el caminar alucinado y el gran lirismo de este poema. Un abrazo de Irene Marks
Qué buen poema, Elisa, emparentado con la sabia práctica de la respiración, que restablece el equilibrio, abre la mente a la creatividad y el amor y proporciona la paz del alma. Es un bello e inteligente texto. Un abrazo. Adriana Maggio
Es que de eso se trata, querida Eli: del aire que solo nos comunica el poema, en el supremo acto solitario de sus escritura, fulgurante y breve como el rojo de esas flores.
En ese respirar y "amontonar los sueños en fortines de arena" para despues desbaratarlos en un respirar tumultuoso para alejar la angustia existencial, es la manera de alejar la muerte, para afianzar la vida, y con la mirada brillante. Excelente poema Eli, y breve donde se aquilata una gran POETA Aplausos.. Ignacio
La primer palabra y la última del poema es "respirar". Supongo (tal vez equivocadamente) que lo primero que uno hace al nacer es respirar y lo primero que hace al morir es dejar de respirar. En el medio está la vida con todos sus avatares. Estupendo poema. Gracias, querida Elisa, por esta maravilla.
Respirar, Elisa, siempre y especialmente, así, a través de la palabra.
ResponderEliminarBesosssssss
Tu poema comienza con la toma de aire, el necesario para poder iniciar la travesìa de un cambio interior. Todo es cìclico en la vida, por eso, se exala y se vuelve a respirar.
ResponderEliminarUn enorme abrazo Elisa,tus poemas son siempre muy bienvenidos a mi vida.
Hilda Dìaz
En la brevedad de un suspiro, este poema nos revela la inevitable tarea de la transformación, la inercia contagiosa de la vida, el inconmensurable gesto de morir, poco a poco, con los ojos bien abiertos...
ResponderEliminarALVARO BALTAZAR CHANONA YZA.
LA IMPORTANCIA DE RESPIRAR PARA PERMANECER, INDISPENSABLE COMO TU POESÍA
ResponderEliminarSALUDOS
ANAHI D.B.
celebro el uso de los infinitivos, tan impersonales, a los que sabés darles vida. no me equivoqué, eli, cuando dije que sos fatal, escribiendo. un beso. susana zazzetti.
ResponderEliminarSalir de lo que asfixia y volver a respirar... ¡la vida!
ResponderEliminarLucas
Respirar, estar viva, soñar y seguir respirando.Me gustó.
ResponderEliminarRosa Lía
Elisa: hola me gustan los poemas breves, el tuyo tiene fuerza y me encantó. La última palabra a veces puede ser la que nos salva y luego podemos respirar tranquilos. cariños
ResponderEliminarQuerida Elisa: tu poema tiene el ritmo de la respiración del cosmos, es como si la recuperaras y con ella la armonía del ser, luego de circular en el"viento" y viajar en la zona donde se acumulan los "sueños". Luz onírica nos empapa los pasos en tu voz, La imagen elegida por Gus, esas amapolas a la vera del camino, como mirando la luz, expresa bien el caminar alucinado y el gran lirismo de este poema. Un abrazo de Irene Marks
ResponderEliminarQué buen poema, Elisa, emparentado con la sabia práctica de la respiración, que restablece el equilibrio, abre la mente a la creatividad y el amor y proporciona la paz del alma. Es un bello e inteligente texto. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarQuerida Eli. Así como un buen ejercicio de relajación, aspirar, exhalar... Tu poema.
ResponderEliminarGracias mil y un fuerte abrazo.
Andrea
David A. Sorbille dijo...
ResponderEliminarCara Elisa: un poema muy especial, excelente!. Un abrazo
Es que de eso se trata, querida Eli: del aire que solo nos comunica el poema, en el supremo acto solitario de sus escritura, fulgurante y breve como el rojo de esas flores.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Alejandro Drewes
En ese respirar y "amontonar los sueños en fortines de arena" para despues desbaratarlos en un respirar tumultuoso para alejar la angustia existencial, es la manera de alejar la muerte, para afianzar la vida, y con la mirada brillante.
ResponderEliminarExcelente poema Eli, y breve donde
se aquilata una gran POETA
Aplausos..
Ignacio
puesto al máximo el equilibro de la letras y el alma misma de quien la escriba.
ResponderEliminarpuesto al maximo ese equilibrio de la letras y del alma mismo de quien la escribe.
ResponderEliminarHilado... fortalecido y equilibrado en un respiro que nos acaricia.
ResponderEliminargracias...
abrazote.
La primer palabra y la última del poema es "respirar". Supongo (tal vez equivocadamente) que lo primero que uno hace al nacer es respirar y lo primero que hace al morir es dejar de respirar. En el medio está la vida con todos sus avatares. Estupendo poema. Gracias, querida Elisa, por esta maravilla.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella