13/1/13

Prosa de Sonia Quevedo




GRIS LA TARDE
 


Tan larga fue la ausencia, que al llegar, anidaban búhos bajo las tejas grises por el paso del tiempo.
Anidaban las parásitas en los adoquines cubiertos por la verde lama.
Legendarios arbustos sus caprichosas ramas extendían dobladas por el peso de sus frutos, a medida que, laboriosas las arañas tejían entre redes los recuerdos.
Fue tan larga la ausencia que la vida se alejó sin prisa dando paso al invierno. La impiedad habitó los gruesos muros de tapia.
Viejas grietas dejadas por los sismos pasados se exhibieron entregando por entre ellas, tenue brillo de tardes desoladas.
La verde enredadera cambió el rumbo, espirales perfectas rodearon la cintura curva del enrejado arcaico, carcomido y oxidado.
Fue tan larga la ausencia que al mirar lo restante, rota el alma, resbaló la tristeza vuelta jirones al bañarse en llanto.

© Sonia Quevedo
Foto enviada por la autora

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3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Cuàntas maneras de nombrar a la ausencia, cuàntas imàgenes visuales, evocativas, desoladas y a la vez tan bellas.
La ausencia, ese espacio "hueco" se va llenando con otras presencias, siempre en compàs de alguna espera y llorando.
Me gustò mucho tu poema, me sumergiò en una especie de melancolìa difìcil de describir pero muy cercana.
Cariños
Hilda Dìaz

17 de enero de 2013, 12:43  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Querida Sonia, algo me dice que en tus textos poéticos anida toda la belleza y la nostalgia de la que es capaz el poeta con mayúsculas. Sin temor a equivocarme creo que si a alguien se le pasa por alto tus letras... no sabe lo que se está perdiendo. Una verdadera joya.

20 de enero de 2013, 10:40  
Blogger Anamaria Mayol ha dicho...

La ausencia tremendo tema para escribir .Un poema original lleno de imagenes... bello

26 de enero de 2013, 16:01  

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