Escribo en la palma de la mano
en el revés
el código secreto.
Nadie habla en voz alta
pero el ojo de la cerradura
espía y sabe.
Altos los anaqueles
en la biblioteca de mi padre.
Hoja a hoja
mi infancia
como un reloj de arena
se desgrana.
© Leonor Mauvecin
Imagino la biblioteca y la infancia que se desgrana, me conmovió desde la ilustración.
ResponderEliminarAbrazos
Betty
plenitud de imágenes y palabras. me gustó mucho
ResponderEliminarsaludos
Anahi Duzevich Bezoz
Se desgrana pero seguro -me gusta que así sea- trepa los anaqueles y flota en en el silencio de la biblioteca. Hermoso tu poema, Leonor. Abrazos.
ResponderEliminarEl código secreto en la palma de tu mano es la nostalgia de una infancia que solo tu sabes como fué.
ResponderEliminarHermoso poema, conmueve
Aplausos
Ignacio
Hola Leonor, me gustó mucho, es como el tiempo, con sus imágenes y silencios. Saludos
ResponderEliminarEs breve el poema, nos instala distintas imagenes y entonces hay mucho que "ver" mucho que descubrir. Abrazo, me encantó
ResponderEliminarLily Chavez
Destino, biblioteca, hoja, palma, esa unión e elementops que se oranizan para construir un estino. Muy bueno Laura. Quiiéramos saber de un autor de la biblioteca que imaginamos. NABDANE YB NEBSAHE EB Fk.Hermoso. Un abrao. Isabel llorca bosco
ResponderEliminarLaura hay cierto código secreto que me llego mucho. En casa también había una biblioteca que marcó nuestras vidas. Gracias.
ResponderEliminarMuy bueno
ResponderEliminara mi lado:. tus cuatro últimos versos tan fuertes como la mirada de la mujer que ilustra el tema. muy hermoso, leonor, un abrazo. susana zazzetti
ResponderEliminarReina, muy bueno lo tuyo. Belleza pura...
ResponderEliminarReina, muy bueno lo tuyo. Alto poema, dirían mi alumnos...
ResponderEliminarEstimada Leonor: tu poema conmueve por su lograda síntesis. Es decir, por esa mirada sutil y abarcadora que nos reconcilia con el entorno familiar y los momentos de la vida. Felicitaciones. Horacio Laitano
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