LA CASA DEL POETA
llego con sed de voces inocentes
mazapán
foso y almenas
la casa del poeta
la mujer
ojos de uva negra
abre la puerta
antes de salir
llenó de flores su boca
el silencio se ha quebrado
con el rumor de sus pasos
y el niño de la casa
monta una bicicleta azul
que pretende roja
ella murmura
mi hijo
piensa en rojo
sueña rojos y alegres sueños
porque su madre dice rojo
mi niño aún piensa en rojo
ella habla y yo pienso en azul
por el azul uno puede escapar
(
quiero decirle)
en el azul uno puede quedarse
y vivir en él eternamente
( quiero decirle)
la mujer del poeta
llena de flores la boca
mansa la mirada escucha
mientras me enseña a matar alimañas
saca luego dos alondras
de la piel de su pecho
y me las ofrece
rumor repetido de pasos
quiebra el silencio
en la casa del poeta
se ha cerrado la puerta
quedo toda en azul
fuera de ella
© Susana Giraudo
Bello bello bello
ResponderEliminaresta sensación de los colores que pueden ser o permitir...
Sacó las alondras de su piel y de que parte de su piel!!!!!!
maravilloso
desde graciela abrazo
un poema impactante por sus imágenes, belleza y profundidad. sé lo que sentiste al escribirlo y para quién. a veces, para compartir escritos y darlos a conocer, como ahora, conviene separar poeta de poesía. me alegra querida amiga, que lo hayas hecho y que todos los lectores puedan disfrutar estos versos tan bellos.Hasta en ésto Dios estuvo. abracito desde mi cariño y admiración. susana zazzetti.
ResponderEliminarUn poema de una belleza onírica incomparable, como la ofrenda de las alondras, el rumor de pasos que cambian la escena, y el valor simbólico de los colores.
ResponderEliminarHoy aprendí el valor del azul, y me alegra que te hayas quedado a vivir en el.
Alegría deleer tu poesía Susana
Ignacio
Bellísimo!!!
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig