21/12/12

Poema de Silvia Loustau

                                                                     
Los ojos de La Sombra 

 

Respiraba sintiendo una especie de estertor en la garganta.
 Temía ahogarme.

Sentada en un banco de rojos restos coralinos estaba la Sombra.

 Sobresalían nervaduras negras en su frente.

 Quería descubrirle los ojos. Las pupilas.

 Me acerqué de puntillas.

 Pasé la mano por delante de su rostro ensombrecido.

 Acerqué mi palma a su boca, el aliento era ardiente.

 Púrpura.

Alrededor de su toga danzaba el humo.

Insistí en descubrir sus ojos.

Sentí temor, tanto como aquella noche

          cuando la muerte se lamentaba.

Mi mano blanca, sobrevoló, como una mariposa,

            y las rendijas brillaron flamígeras.

 Ojos acurrucados.

La mano-mariposa, vagó cerca de sus labios.

 Sentí la niebla de su aliento, lamió, también, mis pies delgados.

 Lanzó una bífida lengua de fuego.

 Hedía a jóvenes huesos, a husmeadora de carne niña.

La mano–mariposa ardía.

Corrí por un largo pasillo, acechan mariposas negras.

 Crisálidas marchitas. Lapidadas.

La salida. La salida. ¿La salida?

Un círculo de fuego. Mariposas empaladas. Fúlgidas gárgolas.

Desperté ahogada.

 ¿Qué manos apretaban mi cuello?

Grité. Grité. Hasta el sollozo.

Una  mariposa blanca se  posó en  mi frente.

Calma.

 

 

© Silvia Loustau

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5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Poema original, inquietante, Silvia. Sabe conservar su transparencia dentro de la compleja trabazón de las imágenes.

Claudio Simiz

22 de diciembre de 2012, 14:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un maravilloso clima onírico se desprende de este poema. Por otra parte la Sombra es también obviamente un símbolo de todo lo oscuro y represivo que acecha y a lo que sólo en sueños nos atrevemos a acercarnos.Esa huída y todos los muertas-mariposas que quedaron atrás es magistral.Una gran delicadeza y un dolor profundo que da lucidez y perfuma el final con una mariposa blanca. Lo difruté muchísimo por us lirismo Irene Marks

22 de diciembre de 2012, 14:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tremendo viaje por zonas de nuestro siquismo habitualmente reprimidas...pero ahí están: nuestra sombra y la sombra de todos..ellas hablan de muchas maneras, por suerte la Poesía nos permite expresarla, canalizarla...integrarla..transformarla, somos seres de polaridad....día y noche, luz y sombra y la mariposa blanca...el alma celebra el aprendizaje y nos bendice, gracias por este poema Silvia!! Besote, María Chapp

22 de diciembre de 2012, 19:11  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

el surrealismo en letras. Me encantó por su fuerza. Abrazos

22 de diciembre de 2012, 22:04  
Blogger Unknown ha dicho...

Uff.. gran texto, donde la expresión del sentir ahoga en la oscuridad de las letras dándole magia al cierre en su gran espiral.

abrazote...

Cyn

3 de enero de 2013, 12:18  

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