Los ojos de La
Sombra
Respiraba sintiendo
una especie de estertor en la garganta.
Temía ahogarme.
Sentada en un banco
de rojos restos coralinos estaba la
Sombra.
Sobresalían nervaduras negras en su frente.
Quería descubrirle los ojos. Las pupilas.
Me acerqué de puntillas.
Pasé la mano por delante de su rostro
ensombrecido.
Acerqué mi palma a su boca, el aliento era
ardiente.
Púrpura.
Alrededor de su toga
danzaba el humo.
Insistí en descubrir
sus ojos.
Sentí temor, tanto
como aquella noche
cuando la muerte se lamentaba.
Mi mano blanca,
sobrevoló, como una mariposa,
y las rendijas brillaron flamígeras.
Ojos acurrucados.
La mano-mariposa,
vagó cerca de sus labios.
Sentí la niebla de su aliento, lamió, también,
mis pies delgados.
Lanzó una bífida lengua de fuego.
Hedía a jóvenes huesos, a husmeadora de carne
niña.
La mano–mariposa ardía.
Corrí por un largo
pasillo, acechan mariposas negras.
Crisálidas marchitas. Lapidadas.
La salida. La salida.
¿La salida?
Un círculo de fuego.
Mariposas empaladas. Fúlgidas gárgolas.
Desperté ahogada.
¿Qué manos apretaban mi cuello?
Grité. Grité. Hasta
el sollozo.
Una mariposa blanca se posó en
mi frente.
Calma.
© Silvia Loustau
Poema original, inquietante, Silvia. Sabe conservar su transparencia dentro de la compleja trabazón de las imágenes.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Un maravilloso clima onírico se desprende de este poema. Por otra parte la Sombra es también obviamente un símbolo de todo lo oscuro y represivo que acecha y a lo que sólo en sueños nos atrevemos a acercarnos.Esa huída y todos los muertas-mariposas que quedaron atrás es magistral.Una gran delicadeza y un dolor profundo que da lucidez y perfuma el final con una mariposa blanca. Lo difruté muchísimo por us lirismo Irene Marks
ResponderEliminarTremendo viaje por zonas de nuestro siquismo habitualmente reprimidas...pero ahí están: nuestra sombra y la sombra de todos..ellas hablan de muchas maneras, por suerte la Poesía nos permite expresarla, canalizarla...integrarla..transformarla, somos seres de polaridad....día y noche, luz y sombra y la mariposa blanca...el alma celebra el aprendizaje y nos bendice, gracias por este poema Silvia!! Besote, María Chapp
ResponderEliminarel surrealismo en letras. Me encantó por su fuerza. Abrazos
ResponderEliminarUff.. gran texto, donde la expresión del sentir ahoga en la oscuridad de las letras dándole magia al cierre en su gran espiral.
ResponderEliminarabrazote...
Cyn