Poema de Marizel Estonllo
Sin metáfora
“la aptitud para el dolor, las coherentes miserias, un bocado y un
sorbo,
abrazamos
nuestro pequeño destino una vez más”
Seamus Heaney
Nos
desprotegemos,
la
soledad nos aprieta,
moscas
embotadas golpeándonos contra los vidrios
en
los grandes centros, en estas grandes ciudades
-el
mundo está lleno de miedo-, dice el poeta Gonzalo,
mientras
múltiples pantallas nos inclinan los ojos
y los ojos se miran tristes en los escenarios
urbanos
solamente
hay apuro, prisa por ir,
apuro
por llegar.
Una
paloma enferma corría en la vereda,
había
olvidado su vuelo
no
la agitaba ya ningún sueño,
de
un saxo callejero surgía la señal del dolor
aullando
entre los edificios.
Allá
adentro, en el ensayo,
la
emoción, el juego, la música de tentar
de
hacer crecer la imaginación,
probar
otras maneras,
danzar
lo desconocido
construir
otras realidades
hacer
un buen refugio de una frase elegida
o
cruzar el escenario en zancos verdes con una guirnalda de flores rojas
eso,
que
también se llamaba locura,
remedio
o veneno.
Tirados
de costado duermen en la calle los expulsados
sobre
el frío de su tiempo
por
las paredes del violento desamparo.
Las
vainas caídas de los árboles
esperan
su último acto acumuladas en la alcantarilla.
El
otro es un animal congelado sobre la acera.
Se
requiere entonces templar aún más la espada
Que
su filo se asemeje al poder del hombre
Unido
al latido sublime del espíritu universal.
©
Marizel Estonllo
3 comentarios:
Me gusta la poesía directa, que se la juega entre los intersticios de la realidad más cruda. Un abrazo.
Claudio Simiz
Un bello y fuerte alegato; imágenes que impactan.
Gracias por acercarme tanta emoción.
Cariños,
Gra Bucci
gracias Claudio y Graciela ,un abrazo para uds
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