ALGUNAS VECES
Algunas veces la mirada de los
otros
nos toma desprevenidos,
y quedamos desnudos
en el planeta rojo.
Luego sonreímos.
nos toma desprevenidos,
y quedamos desnudos
en el planeta rojo.
Luego sonreímos.
Y damos vuelta la cara,
hacia otro lugar
donde podamos estar tranquilos.
© José María Pallaoro
O estar solos, nuestra condena y salvación. Bello, ayuda a remirarse, a repensarse.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Me encantó , no todos pueden dar vuelta la cara y encarar hacia otro lado, a veces algunas miradas de las que hablas hacen daño o te dejan acurrucada en la desnudez. Me gustó. Un abrazó
ResponderEliminarLily Chavez
Me gustó ese sitio donde quedar desnudos... Buen poema, José María!
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ResponderEliminarAlgunas miradas son terribles, sí.
Bellísimo poema.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Redondito y colorado. Abrazo. PAOLANTONIO
ResponderEliminarEs verdad José, y lo decís con la simpleza de siempre, un cariño enorme
ResponderEliminarEl legendario tema del duelo de miradas sartreano: reducir a cosa al otro, que no puede sostener la mirada. También un tema de poder simbólico o específicamente fálico. Creo que es un sistema social el que hace que las personas se miren para establecer una jerarquía, y que bien se pudiera recuperar la mirada que busca significar y reconocer en su ser al otro, sin ordenarlo. Temazo para usar en una clase, amigo, y lo voy a hacer con tu anuencia...
ResponderEliminarGracias, amigos poetas.
ResponderEliminarPor supuesto, Carlos, un gustazo que lo trates en clase. Abrazo grande!
"La mirada de los otros": esa otra forma de ser-en-el-mundo que nos duele o nos alegra alternativamente muestra su gran poder en este poema.
ResponderEliminarMe toca especialmente ese "quedamos desnudos en el planeta rojo" que parece sintetizar la indefensión y un cierto misterio. El planeta rojo(¿Marte?) que simboliza la guerra mitológicamente. Un poema sobre la comunicación no verbal que nos trasciende Irene Marks