Mujer,
caen de tus ojos
migajas del ayer.
En huracanes de ceniza
destruiste tu carne,
embriagada.
El camino te recorre
buscando el éxtasis
disuelto en el aire.
Gime desde lejos
un niño envuelto
en la tristeza.
Duele el recuerdo
no se filtra por tus poros,
todo queda retenido
en tu sangre,
de aquello que pudo haber sido
y no fue.
Duele
la mano asesina ajena.
© Ivana Szac
Me ha gustado leerrte también aqui. Un abrazo
ResponderEliminarSilvia Loustau
Tremendo poema, muy expresivo en su aparente hermetismo. Tu escritura es muy sólida y se le anima a todo. Es un placer leer tus textos. Un beso grande y que empieces un hermoso y poético año. Adriana Maggio
ResponderEliminarContundente...
ResponderEliminarbesotessssss
Cyn.
triste pero bellamente dicha biografía. Felicitaciones!
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