el olor a tierra arada
es la palabra salvaje de la naturaleza.
Los pies se hunden,
le arranco raíces
-no poseo brazos de rama
no soy árbol todavía-
Las abejas se zambullen
en el océano de flores blancas
-su perfume es de marea alta-
La montaña cierra el portón del sol.
El viento de fruta sabe una canción de cuna
una canción de flauta
la noche es recién nacida
y el viento lo sabe.
En el interior del bosque
está el escondite del adiós.
Pude encontrar noticias del último encuentro.
Repasé las palabras prefabricadas del final
y vi una vez más el gesto
(sala de espera de la melancolía).
© Andrea Pizzella
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