13/11/12

Poema de Susana Giraudo


MORAS
 
la inocencia
está parada
sobre un demonio herido 

sus ojos miran
desde un rostro
manchado de moras tibias
robadas a la siesta 

bajo la morera
al sol le sobró tiempo
para dorar su piel 

dicen que ella es
la que le hace derramar
azufre ardiente
de las venas abiertas
                      al demonio 

a pesar de todo
la inocencia niega la verdad
labios apretados
manchados de moras tibias 

mentira dicha sin palabras
toda llena de manchas oscuras
                                      inocentes 

© Susana Giraudo

11 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

muy bello, su. un poema con finura expresiva, avanza despacio con su ternura y emociona. susana zazzetti.

13 de noviembre de 2012, 12:17  
Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Me encantan las moras!!
Me las trajiste dulces a la boca!

Besosssss

13 de noviembre de 2012, 20:03  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Coincido con ambos comentarios, un logro este poema!

Claudio Simiz

14 de noviembre de 2012, 10:52  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Quien pudiera decir mentiras dulces
como las de la "inocencia parada sobre un demonio herido"
Bellísimo poema Susana de una sutileza y una paz admirables.
Ignacio

14 de noviembre de 2012, 19:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bellísimo Susy!!! Te quiero siempre. Fabiana León

15 de noviembre de 2012, 9:05  
Anonymous Anónimo ha dicho...

POEMA QUE SE TIÑE DE VIOLA Y LUEGO VUELA A LA HORA DE LAS SIESTAS, UN ABRAZO DE MARIA LUISA MARQUEZ

18 de noviembre de 2012, 19:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bellísimo, Susana, esos tres primeros versos son magistrales, muy logrado todo el poema y qué bien acompañan esas moras que puso Gus!!! Besos, María Chapp

21 de noviembre de 2012, 12:26  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hacés ver encantador hasta al demonio. Delicioso poema, Susana, Gracias.

Jorge Luis Estrella

21 de noviembre de 2012, 21:09  
Blogger Mariano Shifman ha dicho...

Me pasa lo mismo que a los demás poetas que me antecedieron en los comentarios: tu poema me parece delicioso; es como si saboreara el frescor de unas moras bien jugosas...

Te felicito, Susana, por tu verdadera poesía.

Mariano Shifman

22 de noviembre de 2012, 21:00  
Blogger Isabel ha dicho...

Las moras que equivalen según mi entender a las uvas de Baco, que dejan una mancha oscura después de probarlas. Pero la inocencia en tu poema puede saborearlas y seguir siendo lo que es en la madurez del mediodía. Extraño y bello poema, sumamente sutil.
Un abrazo
Isabel Llorca Bosco

22 de noviembre de 2012, 23:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Susana:

me encantan las imagenes que usas en este poema, la inocencia con los labios manchados de mora negando la verdad. El poema se me hace bellisimo, delicado, sugerente y cierto.

Un gran abrazo

Carmen Amato

24 de noviembre de 2012, 21:44  

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