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Un abrazo Gustavo Tisocco
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u alma,sino en Un poema con un cierre audaz y eficacísimo. Dicen que los ojos son los espejos del alba, pero Dios no está en los ojos de la pareja del yo poético. Dios está en la zarza ardiente que hay entre sus piernas. Por algo dicen "he visto a Dios". Creo haber reconstruido con estas frases vulgares el esplendor de tu poesía que añade como intertexto a la Biblia. Lo sagrado no está en su8 alma sino em su cuerpò, en su sexo como una llama sagrada. Te felicito.Leandro. Después de tanta educación platónica, das vuelta las cosas de todos los días y nos hacés sentir respeto por nuestros cuerpos. Isabel Llorca Boswco
Breve poema, gran metáfora: la zarza ardiente y sagrada de Moisés en el templo donde el poeta, en esta oportunidad, no ha sido ungido por la gracia divina. Lina
ResponderEliminarUn poema que trasmite un sutil erotismo. Yolí
erotismo puro!!
ResponderEliminarsaludos, patricia corrales
Hola Leandro "descielado" que maravilla perfecto para el poema donde el hombre busca a Dios y a la vida
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantó el desenlace. Buscando a Dios y dando finalmente en la zarza ardiente. Saludos.
ResponderEliminaru alma,sino en Un poema con un cierre audaz y eficacísimo.
ResponderEliminarDicen que los ojos son los espejos del alba, pero Dios no está en los ojos de la pareja del yo poético. Dios está en la zarza ardiente que hay entre sus piernas. Por algo dicen "he visto a Dios". Creo haber reconstruido con estas frases vulgares el esplendor de tu poesía que añade como intertexto a la Biblia. Lo sagrado no está en su8 alma sino em su cuerpò, en su sexo como una llama sagrada. Te felicito.Leandro. Después de tanta educación platónica, das vuelta las cosas de todos los días y nos hacés sentir respeto por nuestros cuerpos. Isabel Llorca Boswco
Buenooo!!!! qué poema más sensual.
ResponderEliminarCariños Leandro
Alicia Borgogno
dios y zarzas puro fuego!!
ResponderEliminarBesosssssss
Breve poema, gran metáfora: la zarza ardiente y sagrada de Moisés en el templo donde el poeta, en esta oportunidad, no ha sido ungido por la gracia divina. Lina
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