18/11/12

Poema de Enrique Sandri

 
La casa 
 

Las paredes de la casa me muerden
con sus dientes recién cepillados
o con su mal aliento
de cualquier manera me busca.
En una silla está grabado mi culo
y los codos se reflejan en el surco del mantel.
La casa no me quiere;
hace ruidos y no me deja dormir,
no tiene sombras, miente el tiempo,
cría telarañas y alberga a todo tipo de insectos,
es repugnante y de día silenciosa.
Cuando me despierto me deja solo.
Se apena cuando llueve
y no deja de llorar por semanas
para desquiciarme con su goteo.
La casa no me quiere;
todo es repetible,
un solo de domingo irónico
un perfecto ataúd prematuro;
yo soy todo en ella,
ella todo lo poco en mí.
 

© Enrique Sandri

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Una elocuente y fiel descripción de la casa , lo sientes así y todo vale

maria elena tolosa

18 de noviembre de 2012, 18:51  

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