4/11/12

Poema de Eduardo Chaves

 
EL SUICIDA

Alma mía pequeña
dulcemente nostálgica
amiga misteriosa de todas mis historias
ya despójate de este tosco ropaje
   de mis guantes
   mis sueños
   mis canciones difuntas.
Regálale a la nada lo que fue mi silencio
este brusco mensaje de armonía insensata
y deja mi memoria sobre un muro
como el escudo inútil de una antigua batalla.
Se nos viene la urgencia de saltar al vacío
de saber el secreto de la eterna pregunta
ambos sin esta vaga condición de la vida
   la hermosura del miedo
    la ansiedad del mañana.
Yo me iré, tibio y lento, hacia este largo abajo
vacío de inquietudes y duelos predecibles
por un leve resquicio donde la sombra habita
sin promesas, sin trampas,
sin designios ni ofensas ni alabanzas.
Si ya lo he dicho todo
y lo que aún no alcanzo
cae por la cornisa del no me importa nada
es hora de estrenar lo que no tiene nombre
   me viene un rostro nuevo
   el que no cambia nunca
dejo la voz, la música,
mi escritura romántica
y esta sorpresa rara de despedirme alegre
aunque sienta los ojos
inundados de lágrimas.


© Eduardo Chaves

12 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

wuauuuuu wuauuuuu wuauuuuu Edu, me encantó este poema que no conocía y que aflora como algo nuevo, profundo y de corazón. Me encantó!!

Lily Chavez

5 de noviembre de 2012, 9:38  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"¿ si ya lo he dicho todo?" no, eduardo, es tan profundo y bello tu estilo, cómo lo decís, que.... no te acepto esta expresión. ¿ qué haríamos sin el privilegio de tu palabra! has de seguir, y seguir... un abrazo. susana zazzetti

5 de noviembre de 2012, 12:26  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me toca Edu Me toca mucho
planeo sobre tu poema y me visto de nostalgia.

desde graciela abrazo

5 de noviembre de 2012, 17:05  
Blogger Isabel ha dicho...

Eduardo, si es tu gusto despedite, da tu salto mortal dejá esas cosas que te gustan. Total la página en blanco se presta para cualquier tema. yo, sobrina de un gran poeta suicida, de 30 años, no pienso que hay que dejarlo todo para empezar con los descubrimientos. Esos llegan y morir tenemos que morir. Por ahora sigué tu camino de verdad y de belleza y de sik, que no se aviene con la palidez y la oscurida. Pero si querés escribir otroi sobre ese tema, no nos molesta. Somos tua lectores atentos a la alegrlía y a las lágrimas

5 de noviembre de 2012, 22:12  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Eduardo, gran poema. ¿Sabes? Yo también sentí esa extraña alegría al leerlo, mientras se me aguaban los ojos.

7 de noviembre de 2012, 13:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

bello, profundo, decidor, lírico siempre. abrazo paolantonio

9 de noviembre de 2012, 16:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Estupendo poema, Eduardo, con tu estilo generoso en palabras y hallazgos. Muchas gracias.

Jorge Luis Estrella

9 de noviembre de 2012, 20:17  
Blogger Unknown ha dicho...

si que es muy bueno, cuando el alma llora. abrazos

10 de noviembre de 2012, 13:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

que lírismo afilado para conmover
que eleccíón de palabras para llegar al lector y desarmarlo.
saludos
Anahí Duzevich Bezoz

17 de noviembre de 2012, 17:48  
Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

El dolor se hace palabra , el vacío que se abisma para adentro con esa "urgencia de saltar al vacío " qué conmovedor tu poema Eduardo !!

23 de noviembre de 2012, 16:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...


Eduardo:

Tu poema es conmovedor, un salto suicida en la continua busqueda del poema. Una busqueda del poeta autentico que no gusta de lo trillado. Me gusto muchisimo.

Felicidades.

Carmen Amato

24 de noviembre de 2012, 21:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un verdadero sacudón me dió la lectura de tu poema Eduardo.
Buenísimo
Un abrazo
Alicia Borgogno

25 de noviembre de 2012, 14:41  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio