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6/10/12

Prosa de Sonia Quevedo



 

INCLEMENCIA

Entra contrito el vacío, y en medio de la soledad, una enorme puerta abre escoltando al silencio.
Lento se apagan las brazas dentro del tronco seco, asoma inclemente el viento y  trascendiendo, doblega a las velas su filamento.
Prosigue lento la ausencia, oscila la vieja silla… y se mecen los recuerdos para que la noche duerma.
Descuélgase la mañana carente de movimiento, no encuentra la salutación resquicio,  y profundo el helaje, camufla huella y sendero.
Eclipsado por densa niebla Urano, con su lunación y sombra, va desatando a  su paso catástrofes, tragedia y caos.
Retorna contrito el vacío al apagarse las brazas, y solloza la soledad, escoltando su silencio.


© Sonia Quevedo
Imagen enviada por la autora del texto

9 comentarios:

  1. Querida Sonia. Este poema contiene tres circunstancias que se entrelazan entre si: la soledad, el silencio y la ausencia. Y aunque no toda ausencia sea silenciosa, si nos proporciona sentimientos de soledad. Y es cierto, la ausencia de un ser amado suele hacernos sentir solos entre una multitud.

    Gracias Sonia, Te dejo un fuerte abrazo.

    Andrea

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  2. Bello poema que cuenta una historia de soledad y ausencia. Con imágenes muy poéticas crea un clima de desamparo, que las brasas que se apagan vuelven más frío y desolador. Un abrazo. Adriana Maggio

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  3. Un panorama desolador envuelve las horas que transcurren literalmente el poema, me gustó

    maria elena tolosa

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  4. Texto crepuscular, intenso en su nostalgia. Me gusta.

    Claudio Simiz

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  5. una sucesiva recreación de imágenes muy bien elaboradas.
    saludos
    Anahí D.B.

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  6. Pesa mucho más el silencio después del caos. Me gustó mucho.

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  7. El silenciode la ausencia en este poema muy bien llevado.

    besos
    Elisabet

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  8. ¡Un bello canto de amor y dolor!
    Felicitaciones, Sonia, y un beso grande
    María Rosa León

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