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21/10/12

Poema de Miguel Oyarzábal



LA VOZ DE UNA SIRENA

No escribo poemas de amor presente,
siempre voy detrás de los acontecimientos,
o al costado, como un segundo tren.
Cuando él llama a la puerta con los nudillos iluminados
le abro sin hacer preguntas, sin escudos,
jamás le pongo llave,
lo ejerzo sin metros ni balanzas
y no le doy tregua ni siquiera al aire.
Pero tratándose de escribir,
eso pasa a lo lejos,
es la marea con la memoria a flote
que golpea y golpea en el borde de la mesa
arrastrando pedazos de las navegaciones y los náufragos.
En fin, cuando escribo,
escucho la voz de una sirena
que me pide algunas palabras
para su soledad.

© Miguel Oyarzábal

9 comentarios:

  1. MILAGROS RODRÍGUEZ21 de octubre de 2012, 22:58

    ¡Un cierre fantástico Miguel!

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  2. Miguel, como siempre, tus poemas me hacen bien.

    Un abrazo,

    Alicia Márquez

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  3. maravilloso Miguel!
    como toda su poesìa
    un abrazo!

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  4. Un poema delicioso con un final de antología. Estoy gozando, Miguel, de unas muertes dudosas increíblemente bellas. Un fuerte abrazo.

    Jorge Luis Estrella

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  5. Fantástico cierre para un hermoso poema.
    Abrazo
    Alicia Perrig

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  6. Una concepción de la palabra y del mundo libre, ilimitada, sin "metros". Un vuelo del amor "con los nudillos iluminados" y siempre "la marea" de las voces "arrastrando pedazos de las navegaciones y los náufragos" en el pedido de "la voz de una sirena". Un poema que llega como un torrente y nos inunda con su verdad
    Irene Marks

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  7. Que no se calle jamás esa sirena, Miguel. Me gustó mucho. Un abrazo.

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  8. Un poema que te va llevando con la musica de la voz de la sirena .Muy bello
    Saludos
    Claudia Cornacchioli

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