21/10/12

Poema de María Laura Coppié



No mostraré mi dolor
y menos algunas de mis muertes.
Juana Bignosi



Pero conocemos
de memoria la respuesta.
Pasó tanto tiempo.
Ya es tarde
y sopla el viento.
Pero no.
El tiempo no arma valijas
ni sabe de inviernos.
Es el tiempo el que mide
temperaturas y humedades,
el que enjuaga el corazón
el tiempo es piadoso,
regala por igual canas y arena,
nos junta las manos
en la edad de crecer,
y nos pone un mar en el medio
para después,
escuchar paciente la súplica
de que este día dure
hasta que el sol se ponga verde
como los ojos
más verdes
como abril
más verdes
verdes
como el maizal tibio
que canta sobre tu hombro.

© María Laura Coppié

3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...



Nostálgico y bello, Malala.

Me gustó mucho.

Un abrazo,

Alicia Márquez

22 de octubre de 2012, 9:17  
Anonymous Anónimo ha dicho...

El tiempo, anhelado y lapidario. Y ese final!
Abrazo
Alicia Perrig

23 de octubre de 2012, 16:07  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

Me encantó leerte.Y pienso como vos que el tiempo escucha paciente "la súplica/de que este día dure/hasta que el sol se ponga/verde" Gracias.

6 de noviembre de 2012, 0:58  

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