Poema de María Laura Coppié
No mostraré
mi dolor
y menos
algunas de mis muertes.
Juana
Bignosi
Pero
conocemos
de
memoria la respuesta.
Pasó
tanto tiempo.
Ya
es tarde
y
sopla el viento.
Pero
no.
El
tiempo no arma valijas
ni
sabe de inviernos.
Es
el tiempo el que mide
temperaturas
y humedades,
el
que enjuaga el corazón
el
tiempo es piadoso,
regala
por igual canas y arena,
nos
junta las manos
en
la edad de crecer,
y
nos pone un mar en el medio
para
después,
escuchar
paciente la súplica
de
que este día dure
hasta
que el sol se ponga verde
como
los ojos
más
verdes
como
abril
más
verdes
verdes
como
el maizal tibio
que
canta sobre tu hombro.
©
María Laura Coppié
3 comentarios:
Nostálgico y bello, Malala.
Me gustó mucho.
Un abrazo,
Alicia Márquez
El tiempo, anhelado y lapidario. Y ese final!
Abrazo
Alicia Perrig
Me encantó leerte.Y pienso como vos que el tiempo escucha paciente "la súplica/de que este día dure/hasta que el sol se ponga/verde" Gracias.
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