Poema de Liliana Rega
Fragilidad
Me
regreso a mí
Me
vuelvo en ese espacio en el que germina un silencio
El
negro amargor de las tipuanas tipu
Arbolito
Ronronea
la tierra regresan las palabras
Se
desgaja el gesto de un idioma desgajado del tiempo
Allí
Donde
innumerables sucesiones de demoras de vez en vez realizan el prodigio:
Estoy
acá pero mi alma es un bultito enredado en el talento aborigen
Y
brota
El
tiempo deviene mutismo por el milagro de la piedra oculta
Por
la abundancia del verdor lejano
Porque
la queja de la copla colorida urde y ensilencia los dolores del aire
¿De
qué color es el color del alma que germina?
¿De
qué color es el color de mi mano insolentando un yuyo amorosamente tibio?
Entonces
me llamo sustentada por fin en la fragilidad poderosa de la piedra
Me
albergo me llamo a mí
Madre
Me
regreso
Para
evitar el arrobamiento de las ollas, el desencanto complaciente de unos charcos
Volvemos
a quedar solas yo y la espera
Esa
queja mestiza desplegada adentro
Hasta
que un golpe de chola
Me
desentumezca alguna naturaleza de ser creyente
Hasta
que las tipas me inicien en el viaje
Y
pueda traducirme como lágrima como alimento como ayuno, o como ojo
O
rasgo
De
flores amarillas
© Liliana
Rega
2 comentarios:
Esos 4 versos finales son geniales, Lliana.
Besosssssss
Muy cerca de la piedra, tu poema hace el mestizaje con un mubdo quer deber se respetado. Muy buen poema. Un beso
Isabel Llorca Bosco
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