LA LLAVE
inspirado por aquel libro de Miguel Hernández
que me quemaron durante la dictadura
No batía el viento
ni la soledad ni el tiempo.
No había patrullas en el
camino de Concepción a Tomé.
Era el 12 de septiembre.
Paró la camioneta y
del zapato izquierdo
sacó una llave.
La arrojó lejos, musitando
me la dió Alberto.
Y seguimos huyendo.
Bajo el sol radiante
sus hijos más pequeños
como si fuéramos de picnic
cantaban. Y el osito de peluche
danzaba la libertad de la nieta.
Tic Toc Tic Toc Tic
La mirada de la abuela
nos abrazó largo.
No sabremos nunca
el misterio de esa llave.
El hijo mayor ya lo ha olvidado.
© Marta Zabaleta
Foto de Ricardo Hinrichsen Trewhela
(Enviada por la autora del poema)
Muchas gracias, Gus, por publicar mi poema.
ResponderEliminarEres muy generoso con tu tiempo.
Abrazos
Marta
este recuerdo, teñido de tanto dolor, cae sobre mí, marta. tu poema habla, habla. un abrazo. susana zazzetti.
ResponderEliminarDolor , recuerdos así transcurre el ser humano su vida cruelmente finita
ResponderEliminarmaria elena tolosa
¡Hola Marta! En tu poema el clima de temor se acentúa con la referencia a esa infancia, a ese osito de peluche, a esa dedicatoria a Miguel Hernández, que nos recuerda a todas/os tantos libros quemados, tantas mentes perdidas, tantas huídas que no se lograron. Tu voz las rescata, a la vez que la foto es un homenaje. Un gran poema Irene Marks
ResponderEliminarMarta, tu poema me llegó de manera significativa. La quema de libros bradburyana, en mi caso particular, fue una hoguera que hicimos con unos amigos mientras llegaban al barrio los militares para una batida. Las llamas se llevaron a la "Revolución de Octubre" con Machado y García Lorca; Ortega y Gasset con Schopenhauer... no sabíamos que lecturas podían ser "peligrosas" a los ojos de los inquisidores.
ResponderEliminarRicardo: todas las lecturas son peligrosas para ellos. Me haces recordar que cuando me ingresaron en un estadio de fútbol convertido en campo de detención, un estadio de futbol, en Chile 73, llevaba conmigo - aunque venía ya de otra prisón- La casa verde, de Vargas Llosa. No precisamente un sospechoso, no? Pecado.Y voltios. Lo tenían en la lista de los libros suversivos que les habían hecho recitar en la Escuela de la Américas! Preciosa porque, como ese dolor, no tienen tu anécdota. Un fuerte abrazo, y gracias por tu visita al lugar de la lucha cotidiana.
ResponderEliminarMarta
Que bueno, maestra, no sabíia que mi poemita tenía algun valor estético. Gracias,Susana,
ResponderEliminarMarta
María Teresa:gracias,
ResponderEliminarMarta
Sí, Irene, tienee toda la razón: esa foto sobrevivió, y la sacó mi suegro, tal vez cuando vino a darnos una charla al barrio de la Universidad de Concepción, antes del golpe en Chile.Era una de esas muestras chiquitas en tira que daban años ha, para que se eligiera cual ampliar.
ResponderEliminarMis cuñaditos/as y otros actores están vivos/as,y la beba, mi hija Yanina, salvó la vida entonces y bajo Videla también.Final feliz? Historia que NUNCA MAS.
Te abraza
Marta
qué suerte que sobrevivió esa foto para que hoy se hiciera palabra tu enuncia.
ResponderEliminarBesossss
Me he conmovido al releer este poema, mi querida Marta. Gracias por tus letras.
ResponderEliminarGracias querido Gusti, por compartir la poesía de Marta
Mi cariño y mis buenos deseos a los dos, cada día
Analía
Analía: cuando el tiempo y la distancia nos dicen basta; y el corazón funciona lento y las piernas más todavía; cuando sopla de pronto una brisa y trae tus palabras, lo otro se olvida y renace por momentos la alegría. Un abrazo gigante, que nos cubra Santa Fe y Catamarca, con un grito en la voz: NUNCA MAS
ResponderEliminarMarta
Texto lleno de coraje, con imágenes estremecedoras, y esa llave... El poema abre como una llave la puerta a la denuncia, a la memoria, a la recurrencia de situaciones que pedimos que "nunca más", pero que a veces... Gracias por darle categoría estética al dolor y a la valentía. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarMarta, gracias por este magnifico aporte, muestra de la historia durante la cual, la represión fue de la magnitud expresada en el poema. Exquisita lectura.
ResponderEliminarMarta, tanto fue el terror, si hasta " El Principito" prohibieron y el miedo, el miedo y las llaves que abren recuerdos y este espacio donde compartir...gracias Marta, gracias Gus, besos, María Chapp
ResponderEliminarQuerida Marta, tu poema es parte del memria del publo, de los pueblos que han luchado, gracias por recordar y trasmitirlo bellmente, un abrazo
ResponderEliminarSilvia Loustau
un abrazo a vos, Adriana.
ResponderEliminarMe has dejado sin palabras. Marta
Sonia, viniendo de vos, tu comentario me dignfica.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Marta
Si, María, bendigamos este espacio que nos permite compartir todas las llaves, hasta las del silencio y el trauma, y abrirnos a las ventanas de la epseranza
ResponderEliminarMarta