El cofre de marfil se abrió
ante el palacio
había conciliación de colores
perfume azul.
La pupila se dilató de
asombro.
Tañido de cristales
esmerilaban la escena
Atentos al llamado
caminamos en ceremonia
desde la calleja del
silencio.
El ungüento verde
resbaló en el hambre
y todo el mármol
se convirtió en pan.
© María Luisa Márquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario