Poema de María Chapp
V E D R A N A
.............A Vedrana, niña muerta en Sarajevo
cubierta de polvo y quejidos
he muerto al amanecer
.................... Sarajevo
tantos a la espera del árbol
sin misericordia
............... ni pájaros
ciudadanos encienden antorchas
................ en mi nombre
yo pequeña vestida de azul
en tu triste poema
........................ yazgo
..................... como un cáliz
© María Chapp
entrada de Gustavo Tisocco a las
20:05
16 comentarios:
tristeza poética bellamente
escrita
desde graciela abrazo
Cómo duele, dura realidad y un gran poema
Si todos los poemas del mundo pudieran detener una sola bala. Conmocionante.
Claudio Simiz
María, con este extraño y bello poema me llevás a indagar sobre Vedrana, aunque el nombre no importe. Los francotiradores disparan y dan en el blanco: lo más claramente blanco, inocente, lo que más duele. También mataron a otra nena de 14 meses, pero vos preferiste a Vedrana para representar la falta de misericordia, el desamparo, el futuro trunco.
Sé como amiga –y en esto pensamos igual– que un ser humano no debe matar a otro, aunque sobren los motivos. Aunque la justicia esté en uno de los bandos, la guerra siempre es injusta. “he muerto al amanecer” decís con tu riqueza de pocas palabras y no se sabe si es al alba que ocurrió el hecho o si es porque la niña empezaba a vivir. “yazgo / como un cáliz”, se trate de unos pétalos ajados, separados del tallo, que eran un nuevo brote o se trate de ese cáliz del dolor que hasta Jesús pidió al Padre que lo apartara de su boca y también lo pidió César Vallejo en su libro sobre la guerra civil española.
Creo que elegiste a Vedrana pàra poder mostrarla vestidita como una mujer, con cierta comprensión para sufrir más y llenarnos de ternura y hacernos recordar esa canción de la infancia, triste como ninguna otra (aunque al final nos quiera hacer reír)::”Tengo una muñeca vestida de azul”.Vedrana es huérfana, aunque tiene abuela (que pierde un brazo cuando atacan el camposanto y una madre que, por la violencia, llega cuando ya la habían enterrado. Gracias por haberle prestado tu voz a la niña por haberla convertido en antorcha de todo el mundo para ver mejor la injusticia de la violencia. ¡Bravo,por decir tanto con tan pocas palabras!
Un gran abrazo Isabel Llorca Bosco dec
María querida amiga, cómo me ha conmovido tu poema, y especialmente el remate, que es perfecto. Gracias! Sonia Del Papa Ferraro
Tremendo!! Como dice Isabel no importan los nombres...el espanto pasa por otro lado.
Bello , como siempre
Lily Chavez
siempre dolerá, ojalá la poesía brinde atajos para amortiguar todo sufrimiento. necesito decir: muy bello. susana zazzetti.
Admiro esa síntesis para describir tanto dolor y dejar huellas en el poema que impacta.
Abrazos
Betty
Maria:
Tu poema tiene el efecto y la virtud de meterte en el y convertirte en la protagonista y el contenido del caliz.
Felicidades por un poema economico y contundente.
Un abrazo
Carmen Amato
tu poema pega como una bala de tinta en el corazón.
Besosssssssss
Querida María: tu hermoso poema es un grito desgarrador y una advertencia: cuando muere un niño, morimos todos. Por eso es muy acertada la elección de la primera persona, que nos convierte en protagonistas de la muerte. Ya no se trata de Sarajevo ni de Vedrana, se trata de los seres humanos inmolados en el altar de la violencia que beneficia a unos pocos. Hay una triste belleza que recorre los versos. Un abrazo. Adriana Maggio
David Antonio Sorbille dijo...
Estimada María: un gran poema, impresionante! Un abrazo
Desde el dolor mismo... la tinta sangra... muy desgarrador.
besotes.
María,
cualquiera sea la razón, la muerte de un niño resulta dolorosamente conmovedora, y en todos los casos, injusta. Si por añadidura se asocia a la violencia de una guerra, la estupidez humana recurrente, nos deja siempre su impronta. Bellamente expresado en este poema. Abrazos.
Elisa Dejistani
gracias María por este poema.
María, es un nivel de poesía inigualable, por su estructura, su denuncia, la perfección y el respeto que invoca, claro, contundente, implacable ante este todos los sacrificios inútiles.
No me sale la palabra bello, por tanto dolor, pero es un poema para ponerse de pié.
Ignacio
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