7/9/12

Poema de Isabel Llorca Bosco



ORIENTAL

Los asuntos antes se arreglaban en la esquina.
Doce días me mantuve allí, peleando con un árbol seco.
Hacía doce años que no daba señas de estar vivo,
Lamía el ventanal y el muro de mi hijo más chico,
el último que se ilumina cuando se escurre el sol.
Pude ver como se introducía en la casa,
entre juntas de ladrillos
y llenaba de tierra el aire del nuevo ser.
Fue en el triángulo del cantero. Yo lo hice, a pesar
de mi amor por el bosque y de ser Bosco.
Lo rendí pero he quedado tan rendida y desgarrada
que no alcanzará mi vida para que me recupere.

El arquitecto decía que sí. Yo temía que estuviera dormido
Y que este año nos diera la sorpresa.
Temía decapitarla, desenterrarla,
como el temor de enterrar vivo a un muerto.
Pero me sentía desconsoladamente feliz, dolorosamente libre
No sólo lo talé sino que pasé horas exhumando su raíz,
que hice fotografiar después como si fuera una escultura, un trofeo.
Era una magnolia japonesa, de las que dan flores antes de dar hojas.
Florecía en agosto, para el cumpleaños de mi madre.
Flores violetas, resistentes, triangulares, entrecerradas como pájaros
para protegerse del frío.
Al poco tiempo volaban o caían para dar lugar a las hojas,
que adornaban más que las flores.
A mamá, sin embargo, le gustaban porque era de una amiga que le regalaba el primer ramo.
Sé que sus ojos celestes hubieran preferido colores más claros, fragancia.

Pero eran originales, como seleccionadas por una mano oriental
que hubiera gastado su arte en crear un ikebana gigantesco.
Sin embargo, sus raíces, finamente, se estaban adueñando de la casa.
La arrojé como un desecho, las ramas para mi hogar.
¿Y si no estuviera seca? Seguí forcejeando.
De adentro me decían que estaba loca, que iba a mover los cimientos.
Cuando ahora veo las alegrías del hogar agitándose bien abiertas, sé que hice bien
en remover el sepulcro de flores fantasmales
y dar lugar a un jardín.

© Isabel Llorca Bosco
Imagen enviada por la autora

22 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Que cierto lo que has escrito Isabel ·como enterrar con vida a un muerto , tetrico pero ciertamente estremecedor , es alucinante tu relato poema , te felicito

maria elena tolosa

7 de septiembre de 2012, 12:17  
Anonymous Anónimo ha dicho...

vos sos la gran arquitecta en sostener con tantas imágenes traídas del recuerdo,este cuerpo de rama-tronco-flor, con maravilla narrativa. muy logrado, intenso. susana zazzetti.

7 de septiembre de 2012, 21:50  
Blogger Liliana ha dicho...

Me encantó. Yo también espero percibir un hilito de vida hasta el final.

7 de septiembre de 2012, 22:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Estás publicando poemas con flores.Tan hermosas ellas y tan hermosos ellos. Me gusta mucho como manejás cada tema. Como nos introducís en la trama y cómo la resolvés. Gracias.

Jorge Luis Estrella

8 de septiembre de 2012, 2:10  
Blogger Mónica Angelino ha dicho...

La vida después de la vida. Hermoso!!

Besossssss

8 de septiembre de 2012, 7:06  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Excelente relato-poema, atrapa hasta el punto de ayudarte a arrancar esas raices con el respeto que te inspira esa duda vital
Ignaciov

8 de septiembre de 2012, 18:02  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

Cuantas flores y visiones, cuanta magia. Es precioso.

8 de septiembre de 2012, 22:37  
Anonymous Eduardo Chaves ha dicho...

Isabel
un bellísimo poema que es una historia para hacer temblar el corazón. Esas flores, colores, sensaciones que flotan en tu texto son de una magia inimitable.
Eduardo Chaves

9 de septiembre de 2012, 10:25  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Isabel,
un texto que tiene el atractivo de la ambigüedad. Dede la exhuberancia del paisaje, la emperatriz, emerge soberana de todo, como la Madre Cósmica. Posee el valor mágico de una férrea voluntad, como en ese forcejeo por arrancar la raíz seca del pasado, a pesar de ser vos misma "Bosco", alcanzar el equilibrio dando paso al rayo fecundante del sol, valiéndose de la fuerza trinitaria que concediera a Shiva transformar y aniquilar todo lo aparente que pueda enmascarar la verdad, para alcanzar el bien, y así, de este modo, devolvernos la alegría de recomenzar. Excelente, felicitaciones.
Un abrazo

Elisa Dejistani

9 de septiembre de 2012, 16:54  
Blogger lau ha dicho...

Me conmovió muchísimo tu poema.
Saludos
Laura Soledad Romero

9 de septiembre de 2012, 20:34  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Es increíble la vida secreta que guardan las cosas que nos rodean ¿quién lo puede contar mejor que vos?

10 de septiembre de 2012, 15:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Que buen poema
vida muerte y vida nueva
los ojos de tu madre
los dichos que hay o no que creer
etc
Conmovida aplaudo

desde graciela

10 de septiembre de 2012, 15:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Isa
que bello este relato, lo lei como un cuento como cuando leia a Cortazar, con misterio y con un poco de miedo al final
los finales spre tienen alfo de melancolia, la historia y tu relato la tienen, la muerte spre nos demuestra q estamos solos, sin embargo la vida, la de tus nuevas flores nos dice que la vida esta ahi, solo hay q mirarla de vez en cuando con los ojos ciegos bien abiertos
Marta P

10 de septiembre de 2012, 18:40  
Blogger Adriana ha dicho...

Muy bueno, Isabel. Un poema-relato que llega hondo al lector, porque comunica, con estilo coloquial, sensaciones y sentimientos que todos conocemos. Hay sencillez, emoción, poesía, nostalgia y fortaleza para luchar a favor de la vida a pesar de lo inevitable de la muerte. Me gustó mucho. Un abrazo. Adriana Maggio

11 de septiembre de 2012, 18:51  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gusta el tono de conversación y a la vez íntimo que tiene el poema. Un poema para ser brindado pero también para que quede en vos. Nunca supe que era magnolia japonesa la que daba las flores antes que la hojas...conozco la planta y siempre me pareció muy bella....me gustó este recorrido que también nos lleva a otros lugares, a mí me hizo pensar en otras cosas. Bello poema, bellísimo

Lily Chavez

15 de septiembre de 2012, 8:19  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Ese ir y venir entre viejas raíces y brotes nuevos, con colores y fragancias, recuerdos y presente con un final de "alegrías del hogar" me lleva a imaginar el jardín y su vida.
Refrescante tu poema, me agradó leerlo.
Un abrazo
Betty

15 de septiembre de 2012, 13:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Isabel :

Tu poema es hermosisimo y conmovedor. Me encanto sentir todo ese debate contigo misma y con el arbol. Un gran abrazo.

Carmen Amato

15 de septiembre de 2012, 17:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

me hizo recordar un film "El arbol" sujetarse a un recuerdo y correr el riesgo hasta que por fin la naturaleza o el destino se hacen cargo, me gusto leerte
un abrazo
patricia corrales

17 de septiembre de 2012, 17:06  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Isabel: poema sobre muerte y renacimiento, que tambien alude a la responsabilidad que nos cabe hacia todos los seres vivos...el desgarramiento y la culpa por herir lo que crees que aún late..
A pesar del amor (a los bosques) y el dolor (que conoce de muertes tan tempranas) asumir el deseo, optar, decir adiós a la amada magnolia. Se habrán movido los cimientos de tu vida.. con una gran resolución: asumir la vida sin fantasmas y honrarla con alegrías.

18 de septiembre de 2012, 16:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Estimada Isabel: un texto muy singular. Te felicito.

18 de septiembre de 2012, 20:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Isa!!! Me olvidé de firmar el comentario!!! Besote amiga!!! Gracias por estar!!! María Chapp

19 de septiembre de 2012, 23:17  
Blogger Alejandra Leonor Parra ha dicho...

Querida Isabel, bellísimo, se me puso la piel de gallina... que emoción leerte y verme en tus palabras, buscando en las mismas raíces, recordando las flores que he visto tantas veces... me encantó, trajiste a mi niña conmigo. Gracias

26 de septiembre de 2012, 12:24  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio