28/9/12

Poema de María Laura Coppié









Namai*


Pero cuando me nublo por dentro / suelo buscar el refugio de aquella mañana
sabiendo que amé / y hubo un tiempo / sin dobleces.
Miguel Oyarzábal

Ahora que vuelvo a cantar
esas palabras olvidadas
en las cajas rotuladas del placard,
ahora cesan las guerras.

Este otoño te trae sin abrigo,
ya no soy olvido
y dejó de soplar el viento
sobre mis huellas.

Se me enjazminan las manos,
me visto de viernes,
y hago el amor,
lo amaso, lo comprimo, lo macero.
Reparable amor, éste.

Y me despierto temprano
para tener la certeza
de que esta vez no se
asesinarán las mañanas,
esta vez  nadie podrá
asesinarnos
tan temprano.


·        palabra de Nueva Guinea, que nombra a los matrimonios que nunca llegaron a ser, pero debieron haber sido.

© María Laura Coppié

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...



Bello de toda belleza, Malala. "esta vez nadie podrá asesinarnos tan temprano". Maravilla.

Un beso enorme.

Alicia Márquez

29 de septiembre de 2012, 14:36  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

Me uno a la expresión de deseos que encierra tu poema, Malala, y te digo que por su frescura es un precioso "refugio".

1 de octubre de 2012, 19:55  

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