Séptimo Piso: Leonard Barryman
Vine de Minnesota con mi título y mis libros
A conquistar las universidades del Este,
A imponerme a los deseos del mundo
Demostrando que en un mismo tiempo
Viven Epicuro y Alcestes, Jorge Washington y Lincoln.
Creí que todo era posible en base a una férrea voluntad,
Como me enseñaron la iglesia metodista,
Mis otras lecturas y mi abuelo que era capaz,
A sus ochenta y un años, de doblar una herradura
Con la fuerza de sus dedos vueltos rojos y blancos.
Agonizo en una burocracia que ya tenía otros gustos,
Y mi clase está compuesta por muchachos burlones,
Que no saben ni estiman lo que representó Napoleón.
Cada noche, temo a los drogadictos al bajar del autobús
Y me escurro entre las sombras, una sombra yo mismo,
Creyendo que en mi oscuro centro aún brilla
Algún canon, que soy esa leve luz complacida de sí misma,
Aunque todo demuestre que la nieve la cubrió
Y el calor la derritió. Soy el que soy, repito
Al dejar el ascensor y desde el fondo de la penumbra
Que envuelve los pasillos mi vida entera se ríe
Y me arroja cada palabra que dije como un escupitajo.
Cuando cierro la puerta, esa risa persiste.
© Luis Benítez
Luis,¡qué bella imagen ..."mi vida entera se ríe"...! Beso y felicitaciones por este poema tan hermoso, Alicora.
ResponderEliminar¡Qué buen texto! Un gozo extremo el haberlo leído.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Y Luis...te tuvimos en Córdoba para la feria del libro, compartiendo la palabra junto a Ariel y Alejandro. Grosos los tres y todavía debo haber quedado invadida, este poema me pareció maravilloso. Un abrazo
ResponderEliminarLily Chavez
Poeta Luis: Tu poema tiene esas imágenes tan bien logradas cuando entrelazas lo material con el espíritu. lo tangible con lo intangible.
ResponderEliminarUn abrazo
Xenia
Escelente poema,Luis, poniendo el yo lírico en Barryman.El final es extraordinario:"cierro la puerta y la risa persiste. Qué vergüenza los libros, las ilusiones y las palras docjas qie vieñven.
ResponderEliminarUn abrazo
Isabel Llorca Bosco