Poema de Patricia Corrales
10 de agosto, aniversario de cumpleaños
Nombre de reina me puso mi padre.
¿Qué pretendía ese hombre al que
no supe entender y ya es tarde?
Nombre que escondo entre mis secretos.
Tres y dos apellidos ¿Hacía falta o solo tuvo
la intención de no perderme?
Nací el día que los pájaros sobrevolaron
los Andes, aves de metal y con atisbo
de valiente.
También me mude al rio de los pájaros
donde mi horizonte no avistaba este futuro
y el murmullo de eros, trajo el amor a mi vida.
De sangre con panza verde, corazón de leona
y muecas de pato.
Me sume a los infiernos y pelee contra
todos los enojos del diablo, lo vencí, estoy
convencida.
Me traigo los recuerdos, no influyen
en la diaria sólo es saber la cola del barrilete.
Paso el calendario, la hojarasca del tiempo.
Recolectando afectos creo mi único tesoro.
Escribo en hojas de papel que juegan piruetas
en el sueño.
Me aliento sin ira a los inválidos de alma.
Dibujo un silencio para volver a crearme
siguiendo la magia de lo que me queda
de vida.
Y cuando llegue el día, viajaré los cielos
solo para volver a verte.
© Patricia Corrales
4 comentarios:
Nacimos el mismo día, Patricia, y las dos tenemos nombres que no usamos.
Por suerte está la poesía.
Por suerte, como la que acabo de leer.
Un abrazo,
Alicia Márquez
cuando tenemos nombre "Ya" somos
en este mundo que espera, gracias a quién nos trajo al mundo, "a vivir" de paso y regresar al anonimato.
poemazo
saludos
Anahí Duzevich Bezoz
el tesoro son las letras, y en la redacción innata de sensaciones y esperanzas renace el amor, metáforas perfecta a personajes inspiradores y entrañables...
el poema es buena, pero el final es débil, creo que puedes mejorarlo.
Walter
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