29/8/12

Poema de María Amelia Diaz


La muerte del poeta

Murió envuelto en la piel de sus palabras,
su muerte tiene el perfume de las letras;
lo acompañan metáforas y elipsis,
metonimias de sus noches en vela,
y le hace vela un alfabeto perpetuo
entre los versos que a su alrededor, se atropellan.
Tiempo y sombra nombraron al olvido, y no pudieron.
Cuando anden los días,
cuando los días anden, veremos que su muerte fue un engaño,
es que no existe la muerte del poeta,
sobrevive en los cafés y las cortadas
o en los pinos que el viento desenreda,
en el mar, en el amor que juega con la alegría y con la pena
y en el hueco que la noche teje
cuando el poeta construyó el poema.

© María Amelia Diaz

5 comentarios:

Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

El poeta es el espíritu del poema ¿puede acaso morir?

30 de agosto de 2012, 18:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Y construíste un gran poema! Un abrazo

31 de agosto de 2012, 19:39  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida María Amelia: un gran poema de una grandísima poeta, con todas las referencias a los recursos poéticos que danzan ante nuestros ojos como compañeros eternos de la poesía, a la vez que no podemos evitar sentir esas "cortadas" y esos "caf" donde la nostalgia trae las voces de los que se han ido y que tanto quisimos. Un homenaje a todos los poetas y a la poesía que sentí mucho. Con cariño Irene Marks

1 de septiembre de 2012, 12:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

María Amelia:
Gran poema a la vida a pesar de las pérdidas...
Un abrazo.
Dragontesa Leuzzi.

2 de septiembre de 2012, 17:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

el poeta o la poeta mueren no sus versos que hieren la pupilano sus líneas que tejen universos
gracias muy estimulante
W.M

9 de septiembre de 2012, 22:20  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio