Poema de Liliana Rega

Rezo ua

Pero persiste esta avidez
desmesurada de puertas y palomas

Cuando las palabras caen en desuso devienen en sonidos
Resuena un pájaro una lluvia demorada en barro
Sabemos que hay una hondura
Una tierra recalentada
Que el sol a veces sana
Que la lágrima vertida en soledad se devuelve alma demorada al ceibo cilindro de un bombo

Esta vida débilmente sustentada
Esta demora que los hombres decidieron en desuso
Esta vida débilmente reclamada en un sinfín de diminutas demoras
Esta demora que los hombres reclaman
Esta avidez

Por rascar hasta el fondo las macetas
Por explorar las mejillas
Mi exquisita memoria
Un horno caliente
Las voces de los niños

Ay
Una vidita que exquisitamente arrulla unas vocales
Kéyua guarango guaso huarpe baguala huayno gualicho keñua huaca guacho huayra huahua
Ay
De la quietud
Ay de la vidita sola en la noche sola
Pardos y en los charcos pardos se escuchan los arrullos

Estoy arrodillada y mi piel exquisitamente se arrodilla
Estas arracimado reclamando una quietud
Que se derrame en pájaro
Que se derrame en puertas y palomas
En una solita huaca débilmente arrodillada

Viditay
Algún seguimiento de desvelos
Que descamine alrededores
Que desfogue las ascuas de la memoria
Que pare en seco los encantamientos cotidianos

Que me devuelva recuperada
Que te suture cierta
Que débilmente sostenga
La pequeñita vida del mundo

© Liliana Rega