Poema de Carlos Alberto Roldán
hemos amado cantado nombrado
pusimos risas en el mundo el cuerpo el alma
cuando era perro el silencio
y la vida asemejaba ocasión imposible
con esfuerzos que le duelen al cuerpo
y a la humana sustancia
apartando el nudo en la garganta hemos puesto
algunas arrancadas palabras amables
cuando otros y hasta uno estaban a punto de volarse
como si unos boludos torcimos el labio para que pareciera sonrisa
y el brazo paralizado de espanto se estiró para palmear espaldas
con las manos en los bolsillos vacíos de cielo
volvimos a casa a simular buenos días
a solas y de todo esto
nuestra letra agrietada garabateó el poema
y nos vamos cantando
© Carlos Alberto Roldán
13 comentarios:
"Cuando era perro el silencio"
y me voy cantando.
*
Carlos, un placer tu poema
saludos
Nostalgico poema,muy bueno Carlos, felicitaciones!
Alicia Corrado Mèlin
Carlos , aunque nuestra pena sea tan honda vamonos cantando....
Un gusto su poesia y su actitud inquebrantable de apostar por la poesia...
juan borges
Cantar para conjurar el dolor Un placer leerte Carlos!
Cuando era perro el silencio, verso que también rescata Rolando y mucho en este poema que me encantó
Lily Chavez
Carlos ,muy bueno tu poema
me llegó
me emocioné mucho
desde graciela abrazo
fuerte, dolido, pero el final sostiene todo vacío, toda desesperanza. susana zazzetti.
Cuánta amargura, cuánta desesperanza. No pierdas la utopía, no pierdas la fuerza, el deseo de acercarte al sol, no pierdas los sueños. No derrumbes las ansias, no, sueña hasta el último día de tu vida... Recuerda el poema que puso Liliana en la contratapa de mi libro: "alrededor del sol quise volar...". No mates tus ansias de volar, nunca...
Celina
Las cosas dolorosas son la verdad más cruda, a ratos.
Un abrazo.
Claudio Simiz
Durísimo poema, querido Carlos, que, sin embargo, tiene tanta belleza que es un gusto leerlo. Gracias.
Jorge Luis Estrella
Gracias amigos, algunos de ellos con los cuales nos debemos un año de no vernos: son pura bondad lectora y me dejan acá con ganas de abrazarlos. Y a quienes no conozco, me pongo en deuda con ustedes y su buena onda...
Carlos
Qué grande!
Así se habla con voz y sangre roja con el objeto de ser sinceramente.
Gracias poeta
W.M
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