Poema de Eduardo Chaves

Paseo ingenuo

A tu paso
el parque silencioso se inquieta
en un batir de hojas que tiemblan.
Abren los ojos las estatuas
los automóviles suavizan sus motores
y el lento gris urbano sacude sus heridas
de niebla legendaria.
Hay balcones que bajan de sus templos
altas terrazas que olvidan su vocación de altares
gorriones transeúntes del aire
que caen en picada
y una luz solar que atardece de pronto
en un eclipse de oro.
Cuando pasas
dejas un camino de aroma
que despierta color en los jardines
la brisa cambia su traje transparente
por un rumor que embriaga mariposas
y la primera estrella fugaz escondida en azul
aprende que en tus ojos
hay un abismo donde suicidarse.
Todo se mueve y canta
al son de tu pequeña huella solitaria.
Sólo algo secreto se detiene
... inmutable
...... suspenso
......... cautivado
mi corazón
lívido en su hueco nocturno
se ahoga entre su diástole y su sístole
para morir de luz en el dibujo que tu pié ilumina
por la vereda que se incendia
de baldosa en baldosa.


© Eduardo Chaves