27/6/12

Poema de Eduardo Alberto Planas


Crisálida

Ella canta, canta
y no importa la lluvia.
Canta y el deseo la invade.
Corre, corre
y se le va la vida.
Presiente que no está sola,
pero no lo sabe aún.

Hasta que la ve entre la multitud
que corre a refugiarse.

Canta, canta y el dolor persiste en el pecho.
Un ángel cae en medio del concierto final.
Desde abajo los mira.
Le arrojan flores y –finalmente- tierra.

Crisálida

En otro lugar,
ella esta triste y no sabe por qué.
Y la mujer con sombrero que siempre está.
Las misteriosas marionetas
le dejan huellas,
y el amor.

Las fotografías develadas
le muestran la verdad.
Aquella existía.
Percibe su presencia,
en un canto, en una fugaz luz,
en el azul del anochecer.
Se dirige al padre.
Comprende que debe seguir;
por ella, por las dos,
y el árbol las une eternamente.
© Eduardo Alberto Planas

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2 comentarios:

Blogger Gastón Sequeira ha dicho...

Me gustó mucho este poema.Te felicito, un abrazo. Gastón

28 de junio de 2012, 10:15  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Es un poema que va y viene, que se agita en las palabras y a mí siempre me ha dejado una vibración interior, así, eso. Besos amigo

Lily Chavez

30 de junio de 2012, 8:08  

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