Ella no mira su cara,
sabe que él escribe un mundo
porque un haz luminoso se deslíe
sobre la piel del hombro, la nuca
y descorre lo inoportuno de un cabello.
Ella está quieta,
respira lento
teme disipar el mantra
que él repite vértebra por vértebra,
hasta llegar a la cintura.
Nadie sabe leer.
Analfabetos en el paraíso.
© Sonia Rabinovich
Un delicado erotismo envuelve este bello poema de amor
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Esotérico, erótico y una gran delicadeza en las palabras. hermoso poema. Va un abrazo
ResponderEliminarBetty
Y para qué saber? Muy bueno!!!
ResponderEliminarBesosssss
Hermoso poema! Sonia
ResponderEliminarQué bello.... Juan C. Rodriguez
ResponderEliminarEsotéricamente bello.
ResponderEliminarMaria Cristina Fervier
una bella descripción poética ,un momento que se eterniza por la poesía que lo descubre,gracias Marizel Estonllo
ResponderEliminarUn poema que seduce de tantos otros que desprende tu palabra. Una belleza
ResponderEliminarLily Chavez