6/5/12

Poema de Roberto Di Vita


La casa de mis abuelos
nos cobija a todos por igual
no había en ella
lugares para privilegios.
Sus amplios cuartos
Tenían vida y luz.
Amigo algunos de estos cuartos
de misterios ancestrales
como pozos de tiempos pasados
perpetuados en cuadros
sobre las paredes
registrados por siempre
en colores grises y sepias.

En esa casa
mi abuela, fue señora y madre.
La que sobre sus faldas amplias
y sus amorosas manos de gringa
nos llevaba camino de las uvas
del pan y del mate cocido oloroso
en tardes añoradas.

Ahora comprendo
que en esa casa, muy anciana ya
está un poco la memoria y el deseo
de una existencia apacible y simple
de manos albañiles del abuelo
de mis tíos bochincheros y alegres.
En esa casa
nació mi madre
y desde pequeño, no existían otras obligaciones
que los juegos, el soñar y el vivir.


© Roberto Romeo Di Vita

4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Compañero Roberto. Sio alguien no te conoce, este retrato de tu casa familiar, te identifica

6 de mayo de 2012, 23:20  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La infancia sin más obligaciones que los juegos.
¡Bravo, Roberto! Excelente pintura.
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León

7 de mayo de 2012, 10:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Y Roberto, como dice el refrán "De tal palo tal astilla". Y de buena madera...
Celina

29 de mayo de 2012, 14:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Toda una època vivida donde la comunicaciòn, los olores, los sabores, el esfuerzo del trabajo, la alegrìa de la niñez con sus juegos, era la procupaciòn. Una hermosa postal nostàlgica dde tu historia, Roberto.

1 de junio de 2012, 15:53  

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