Poema de Carlos Alberto Roldán
Así tal una agitada noche
En la orilla exhaustos queda exótico
Y extraño el poema
Has ido por los mares y su noche obtusa
Por la lenta negrura de su valle
Aferrado a una última estrella
Creyendo oír alguna palabra o su fragmento
Gritando ya sin cuerdas de voz
Su páramo en que asirte
Pero era jugar al camino en la noche
Bien guardados los gestos y sus ritos
Ensayada una y otra vez la ceremonia
De todo su exorcismo
Es la esfinge que viene y antes de que hable
Murmuras atropellas este enigma
Pero no puede el hombre burlar a la muerte
Ella ya todo lo ha predicho
Todo hasta el silencio del apabullado
Y es el mar con sus rutas escritas
Y la deriva perpetua que se cifra en el hombre
Sus rupturas y pérdida
De candil en la noche
Creo oír la canción
Que en un sueño repito
Alguien vea
Esta ofrenda nocturna
© Carlos Alberto Roldán
3 comentarios:
No puede el hombre burlar la muerte, pero tu ofrenda se ve.
Besossssss
"y es el mar con sus rutas escritas",la inmensidad del mar y la infinitud de los caminos, en una bella poesía
saludos
Anahí Duzevich Bezoz
La ofrenda de ¿Un hombre a la deriva?
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