Poema de Roxana Palacios
Caminar en el agua
Los límites vibran todo el tiempo.
Anuncian, aunque no sepamos qué decir.
También hoy hay mujeres por fuera de la piedra,
pero el miedo no existe: nadie roba tu cuerpo
sin desanudar las vendas.
Ahora veo de lejos:
vos plantabas membrillos fuera de estación
en el fondo de tu casa de Adrogué.
Los traías a la mía en una canasta de mimbre.
Traías el azúcar y los gajos.
Yo les agregaba agua y fuego.
Le llevábamos dulce a los parientes.
Un trabajo de mejores amigos, decías,
y te reías con mi hijo más chico.
Hay barreras que no son el poema, límites de ida,
fronteras de quién sabe qué elemento.
Lo cierto es que caminaste sobre el agua
como en tus déjà vu;
reencarnaste en un poema de Celan,
en las dedicatorias finales.
No hay corrupción en esta muerte,
el fruto es simple y tiene que ver con el respeto.
Es raro, hasta hace un rato escuchaba
tu último llamado telefónico,
pero desde hace una hora por lo menos
estás en la puerta de casa
con la canasta llena de membrillos y gajos de limón.
................................... para Adolfo
© Roxana Palacios
2 comentarios:
David A. Sorbille dijo...
Querida Amiga: un poema que llega directo al corazón. Maravilloso!. Un abrazo
Excelente poema, felicitacios. Un saludo Ana Romano.
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