Poema de Enrique Sandri
La profe de dibujo
Puteadas,
mi rabia se esparce, se disemina,
dísamaras de fresno
asco que se bambolea en el aire,
es hartazgo;
hacer vida, ser vida o ni siquiera.
Ella copia cuadros de Rembrandt
y lo hace mal, todo hace mal
el sexo, la comida y la cama;
es un desastre. Cómo pude elegir así?
Fácil, todo lo que elijo
suele jugarme en contra.
Al principio me fascinaba.
-Como maneja las sombras (me repetía).
Después me di cuenta que era solo una burda imitación,
como lo era yo, tratando de ser un hombre
buscando un justificativo.
Toda nuestra vida iba a ser una sombra,
por que ella y yo éramos una mentira, un engaño
nos amábamos pero era igual
nunca reparé en algo tan común
preferí odiarla y estar con ella
eso era mas meritorio.
Después de todo se sobrepuso la luz
la luz oscura de la muerte,
el alivio a la pena, a la asfixia
el final de la mentira, del intento.
Chau a las imitaciones.
Rojo intenso sobre la ronda nocturna,
y a la mierda con su cabeza. Total,
ella era una farsante y yo, solo otro pobre tipo.
© Enrique Sandri
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