Poema de Eduardo Chaves
DINASTÍA
Sobre miles de sombras
ya cenizas del tiempo y sin historia
se levanta un secreto con mi rostro
mi mirada y mi nombre
y también, un dudoso albedrío.
Una sola gota de mi leve sangre
guarda el tumulto distante y pasajero
de aquellos lejanos constructores.
Puedo oler la perfidia de sus alucinaciones
el sueño recobrado de su danza
..... las lágrimas y el canto
los rituales profanos
sus huesos mancillados
la promesa del alba sellada por la noche
... el amor traicionado por el fuego
y la sutil alcurnia de lo inacabado.
De sus heridas se nutren mis raíces
de su desolación nace mi audacia
soy esa enredadera que trepa silenciosa
por el muro pequeño y legendario
que ha olvidado la piedra
en la que se ha fundado su incierta dinastía.
Como un cáliz abierto al tenaz sacrificio
el porvenir aguarda mi remota semilla
..... el mínimo eslabón de niebla y agonía
mientras emigra mi alma sin abrir sus contornos
.... luego de haber amado
sin el don temerario de la sabiduría.
© Eduardo Chaves
18 comentarios:
Un "señor poema" Eduardo.
Te felicito
Mi cariño
Alicia Borgogno
Eduardo, interesante poema con algunos versos aúreos_
"y la sutil alcurnia de lo inacabado"
"de su desolación nace mi audacia"ccn su acumulación de sibilantes (5,entre s y c)susurro para decir después"soy esa enredadera que trepa silenciosa..."
Es difícil ser "eslabón".
Muy bueno
Isabel Llorca Bosco
2
Bello poema Eduardo, me encantó Felicitaciones y beso de Alicia Cora.
"un dudoso albedrío" me quedo pensando.
Y su música, Eduardo, su música.
Abrazo
Alicia Perrig
"...haber amado sin el don temerario de la sabiduría" Un cierre espectacular para tu hermoso poema, Eduardo.
¡Me encantó!
Aplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León
que poemazo Eduardo!!!
Requiere varias lecturas para
llegar bien adentro
Haber amado sin sabiduría
y quien lo hace !!!
desde graciela abrazo
querido eduardo, fascinado por tu poema!
leo en él, el hombre que representa la humanidad y se representa en la certera incertidumbre de ser el ser que eres, de a poco, de a mucho, en el constante adivinar y poner el alma aún en la sangre...
leo en él, un eduardo muy comprometido con vos como ser humano representando y comprometiéndote con toda la humanidad aunque ahí te quedes en jirones
te admiro poeta y tu voz y tu palabra
gracias
francisco
querido eduardo, fascinado por tu poema!
leo en él, el hombre que representa la humanidad y se representa en la certera incertidumbre de ser el ser que eres, de a poco, de a mucho, en el constante adivinar y poner el alma aún en la sangre...
leo en él, un eduardo muy comprometido con vos como ser humano representando y comprometiéndote con toda la humanidad aunque ahí te quedes en jirones
te admiro poeta y tu voz y tu palabra
gracias
francisco
Excelente poema, para dos lecturas y arribar al cierre, es cierto ese cierre.
abrazos
Elisabet
Metáforas infernales tu poema "soy la enredadera..."
Besosssss
Salud-os
David A. Sorbille dijo...
Grandioso poema, Eduardo. Un abrazo
David A. Sorbille dijo...
Grandioso poema, Eduardo. Un abrazo
Me hace releerlo, reflexionar, en una forma de degustar las palabras. Genial tu poema, Eduardo. Un saludo grande.
Cristian Gentile
Eduardo, me gustó la densidad del poema, con metáforas originales que conducen a pensar y si la interpretación no se adecuara a tu pensamiento la belleza enorme del poema justifica leerlo varias veces para saborearlo mejor.
Un fuerte abrazo
betty
que idea genial esa de la enredadera que ha olvidado la piedra! Felicitaciones, eres un hacha Eduardo.
Walter Mondragón
Siempre tus poemas se abren como una flor que recién vemos y nos llena de asombros y cada verso es un pliegue que debemos desplegar para nosotros. Es muy lindo lo que producen tus poemas. Un abrazo Edu querido.
Lily Chavez
Quiero destacar, además del brillante contenido del poema de Eduardo, la musicalidad de cada uno de sus versos, en especial los espléndidos alejandrinos que coronan la obra.
Felicitaciones por tanta poesía.
Mariano Shifman
Quiero destacar, además del contenido del poema, siempre inteligente en el caso de Eduardo Chaves, la musicalidad de los versos, en especial los alejandrinos con que se cierra la obra.
Gracias, Eduardo, por tu poesía.
Mariano Shifman
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio