Prosa de Isabel Llorca Bosco

ORIGEN IMAGINARIO DE LA SIRENA

Nunca creí, aunque lo leyera en griego,que las sirenas fueron dos aves de rapiña, que seducían con la voz bella ytraicionera de las
olas. Más bien, creo lo que imaginé. Elrelato es el que sigue:

La malla,que no había servido de cota, en la cima de la ola como trofeo.
Ella nadaba.Coral blanco eran sus miembros, si el coral fuese
suave. Coralrojo y lacio, su cabellera, que brillaba al mediodía.

El pez enorme empezó por succionarle los pies, después las suaves prolongaciones que se agitaban tratando de huir, luego el lugar en que se unían las dos ramas de coral y llegó al triángulo reflejado donde el agua se ponía extrañamente tibia y olorosa. Ella pedia socorro. Ya aprendería el uso de las cuerdas vocales para el canto, el uso de la lengua, haciéndose espejo acústico de las olas. El pez no hacía caso de alaridos y cada vez subía más o, digamos, se internaba mar adentro. Siguió succionándola y tanto le gustó que ya no quiso tragársela; cautivo,la retuvo en la boca en un goce que nunca acabaría.

© Isabel Llorca Bosco
Imagen enviada por la autora