24/3/12

Poema de Roberto Reséndiz Carmona


ES LA SED

La nombra sin voz
para atraer la esencia de la piel
y la acidez de la mejilla.

La nombra sin voz
lame la sal en el espejo del océano
la interminable soledad de la tormenta.

Es la sed
la que marca los nudos en los tapetes persas
el alma del tarot
la desnudez de la columna
los largos capiteles del calvario.

Se acostumbró a sobrellevar la vida sin espasmos
a noches sin vela ni vino de borgoña
a estar sin sombra
sin la veleidosa luz de sus extrañas.

Sabe que otros
le rozan el pelo y los pezones
que suben por tardes la colina
y en medio de la noche
saltan la reja
y el beso sin rostro que la ciñe.

Seguro está
que es la mujer extemporánea
que apareció sin páncreas ni riñones
sin amor para aparear
el corazón sin lluvia.

La nombra sin voz
con el monótono estertor
del desahuciado.


© Roberto Reséndiz Carmona

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Un maravilloso poema, de imágenes logradísimas, que nos llevan de una sed física a la sed del deseo y la del desamparo. Hay una progresión de imágenes táctiles, visuales , auditivas que indican infinita carencia, y una historia cronólógica de esta carencia. Es un grandísimo poema Irene Marks

1 de abril de 2012, 11:00  

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