5/2/12

Poema de Roxana Palacios



Cada tanto las cosas cambian de lugar

y empezamos a mirarlas sin angustia,
nos convertimos en nuestra propia madre
solícita y atenta;
descendemos al sótano
donde el desorden es perfecto:
volvemos a ser niños,
volvemos a estar muertos,
rayo del Padre donde todo converge;
ser hábito, nadie para ser cierto.

© Roxana Palacios

13 comentarios:

Blogger sacanueces ha dicho...

me encantó el poema, su sencillez y ese llevarte al fondo para darte una cachetada que te despierte!
realmente hermoso, gracias por compartirlo
francisco

5 de febrero de 2012, 16:15  
Blogger Rolando Revagliatti ha dicho...

Desciendo al sótano del palacio(s) de Roxana & celebro.

5 de febrero de 2012, 16:31  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Bien Roxana, una de las que mueve cosas.


abrazo
Elisabet

5 de febrero de 2012, 20:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Querida Amiga: es muy grato leerte y aprender de tu magia para seguir disfrutando el camino de la poesía.
Un abrazo

5 de febrero de 2012, 23:37  
Anonymous ISABEL ha dicho...

Querida Roxana, muy buen poema en su gradación creciente. El hábito, la rutina, el cambio y las transformaciones y el magistral retroceso. Me han hecho pensar los primeros versos, en estas lejanas afinidades, en la Casa Usher de Poe, cuando para liberarse de la profunda depresión que le inspira la casa, mira su imagen en el lago, porque a veces los mismos objetos vistos de otra manera cambian la angustiosa tristeza. Ën el poema, el orden pefecto del cosmos, y el desorden perfecto del sótano y el orden del desorden y el juego.Un poema apasionante, pleno de connotaciones, con una adecuada y hermosa ilustración.
Un abrazo y estemos en contacto
Isabel Llorca Bosco
Isabel Llorca Bosco

6 de febrero de 2012, 10:00  
Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Roxana, ese descender al sótano de vértigo, excelente!!

Besosssss

6 de febrero de 2012, 12:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me sentí sumamente identificada y maravillada con este poema. Gracias Roxi. Un abrazo


Lily Chavez

6 de febrero de 2012, 12:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Descender al sótano, donde todo es desorden, volver a ser niños, volver a estar muertos. Renacer con un hálito nuevo.
Abrazos
Maria Cristina Fervier

6 de febrero de 2012, 14:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Uf! ¡Poemón, Roxana!
Me dejaste temblando.

Un abrazo,
Alicia Márquez

11 de febrero de 2012, 11:40  
Blogger Laura Massolo ha dicho...

Bueno, qué decir, amiga: tan hondo, tanto descenso, tanta profundidad, tanto vuelo. Vos sabés lo que es para mí tu poesía. Te quiero mucho.

12 de febrero de 2012, 0:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué precioso poema, Roxana!Y qué verdades las que vas compartiendo, verso a verso.
En algún momento de la vida nos ilumina la verdad de lo humano de nuestros padres, de sus dimensiones y las nuestras, de la finitud de todos, de nuestra pequeñez y nos volvemos o intentamos serlo por lo menos, más amorosos con uno mismo y con los demás. Podemos asomarnos a la indefensión de la infancia con menos miedo, podemos animarnos a la oscuridad de nuestros sótanos internos y al tiempo anterior a nuestra vida ahí donde sólo cuenta el deseo/amor del otro soñándonos.
"Volvemos a estar muertos", para poder recordarnos que vivir es un don maravilloso y perecedero que debemos honrar.
Un abrazo!
Amalia Zacoutegui

13 de febrero de 2012, 15:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Roxana: claro poema de sentirse viva, con el hoy y el mañana, para que el ayer nos haya servido de algo. Aprendo con tu poema y ese zapato me queda bien desde el tiempo que lo mire... Te abrazo fuerte,
María Paula Mones RUIZ

20 de febrero de 2012, 14:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

gracias por sus comentarios, amigos!; gracias, Gus, por la constante difusión y tu cariño. Ro

3 de marzo de 2012, 21:32  

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