15/1/12

Poema de Walter Mondragón


HILO DE ARIADNA

Ahora el grito
del Minotauro,
cae el laberinto.
Ariadna libre
urde otra espera.

© Walter Mondragón
Foto: Gustavo Tisocco

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8 comentarios:

Blogger Gustavo Tisocco ha dicho...

Bienvenido Walter a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, mes a mes serás publicado así que espero más poemas como espero también que comentes a otros poetas. Saludos, Gus.

15 de enero de 2012, 21:20  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Qué hermosa recreación de ese mito, Walter!
Gracias por compartirlo con nosotros.
Felicitaciones y un gran abrazo de bienvenida
María Rosa León

16 de enero de 2012, 16:02  
Blogger galáctica ha dicho...

Hola Walter:Un poema muy interesante, que sintetiza el camino de la vida: ante un horizonte que se alcanza, siempre habrà otro que llegarà, otro "laberinto" y "Minotauro" que derribar. ¡Excelente! Hermosísima la foto de Gus. Bienvenido a este hermoso blog donde reina la hermandad. Saludos poéticos Irene Marks

17 de enero de 2012, 9:26  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bienvenido, Walter, con esta estupenda síntesis que abarca la vida misma como ya lo hiciera visible lúcidamente Irene. Un fuerte abrazo.

Jorge Luis Estrella

18 de enero de 2012, 1:33  
Blogger David ha dicho...

Y la espera es sólo eso: espera.
Abrazos

David Rosales

18 de enero de 2012, 22:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bienvenido Walter a la casa de Gus!!! Muy interesante tu poema, siempre habrà pruebas y Ariadnas, gritos de terror y tambièn de libertad, un abrazo, Marìa Chapp

27 de enero de 2012, 13:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bienvenido Walter a la casa de Gus que nos alberga a todos.
Un mito que encierra el misterio de la vida, siempre habrá laberintos y Minotauros que vencer y en el hilo de Ariadna la ayuda para encontrar la solución.
Saludos.
Maria cristina fervier

30 de enero de 2012, 1:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bienvenido, Walter!
Muy interesante tu poesía!. Creo que en su brevedad de pincelada reflexiona sobre las contradicciones que nos hacen, precisamente, humanos. Anhelamos la libertad, la ruptura de las cadenas, pero ante el vértigo que nos causa, algo en nuestro interior, oscuramente, también busca rodearse de laberintos, de cerrojos, de Minotauros. Eterno batallar.Eterno enigma.
Un abrazo!
Amalia Zacoutegui

30 de enero de 2012, 12:56  

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