Se revientan los cabos en el muelle
de inquietudes de mar que les salpica el torso
en el pigmento de los arcoíris con su dulce mirada
Si existiera el mutismo
que levanta el vapor en el verano
cuando la geografía de la costa
a brazas huracanadas
distorsiona las formas de la playa
El horizonte no conduce a nada
pero ahí está -atenuando el futuro-
con sus trazos inciertos
y sus malabares imperdonablemente sucios
© Marina Centeno
Foto: Gustavo Tisocco
Una fotografía existencialista Marina ¡Bello poema!
ResponderEliminarGracias Milagros por detenerte en mi Erosión.
ResponderEliminarSaludos!
Un lujo leerte.
ResponderEliminarBravo!!!
Marina: No me preguntes cómo, pero percibo mucha sensualidad en cada uno de tus textos, más allá del tema que traten. Bello en verdad....
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