
NADA FUE IGUAL
Rasgó uno a uno los velos de sus sueños,
con un jirón de ellos le hizo un nudo a la mirada.
Derrochó la ternura a cuatro manos
y podó con tijeras de cristal cada recuerdo.
Nada fue igual desde aquel día.
No hay noche que no llore alguna estrella
ni mañanas con cielos indivisos.
© Cristina Chaca
Foto: Gustavo Tisocco
Sólo las palabras nos permiten tener la ilusión de que todo sigue de la misma forma.
ResponderEliminarAbrazos
David Rosales
Porqué admiro tanto la síntesis? No lo sé, pero qué bueno lo tuyo, Cris!
ResponderEliminarMuy bueno Cris
ResponderEliminar"Con un jirón de ellos le hizo un nudo a la mirada!
Aplaudo
desde graciela abrazo