3/12/11

Poema consigna de Irene Marks



El hombrecito mueve los brazos,
uno-dos-uno-dos
(El cielo está cambiando,
la tierra es un desierto en la sequía roja)
Hacia delante mira,
los ojos fijos en un punto,
los brazos en tensión
(No se escucha un sonido,
los pájaros se marchan)
Una vez estuvo en el centro de la pista,
allí donde su cuerpo adquirió voz.
Por un momento resonó en manos cálidas
y supo que en su nombre se movían.
Pero ahora
la felpa en las butacas muestra oscuro desgaste
Quién sabe
si volverán los muertos, si cantarán los vivos
(Desmesurado, el cielo no conoce las nubes)
El hombrecito no espera más aplausos,
no sabría qué hacer
si no moviera los brazos,
uno-dos-uno-dos

© Irene Marks
Pintura: Rufino Tamayo

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22 comentarios:

Blogger Mónica Angelino ha dicho...

qué interpretación tan profunda, Irene. el hombrecito no sabría qué hacer.

Besosssssssss

3 de diciembre de 2011, 11:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Genial Irene
!!!
te extraño
desde graciela abrazo

3 de diciembre de 2011, 12:04  
Blogger Alejandra Leonor Parra ha dicho...

Me encantó Irene... qué imagen tan tierna y dolorosa a la vez. Gracias

3 de diciembre de 2011, 12:45  
Blogger Alejandra Leonor Parra ha dicho...

Que hermoso Irene, me encantó. Mezcla precisa de belleza y dolor... gracias

3 de diciembre de 2011, 12:45  
Blogger ©Claudia Isabel ha dicho...

Muy bueno Irene!

3 de diciembre de 2011, 13:48  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Realmente original tu interpretación de la historia de ese personaje, Irene. Y muy bellamente contada.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

3 de diciembre de 2011, 14:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Irene,
en la mayoría de tus poemas hay un despliegue de creatividad, de humor e ironía, y de ese juego libre con que los surrealistas contrastaban sus imágenes, proclamando la "imaginación al poder". En la creación de este "hombrecito", todo ello se manifiesta con la simplicidad y la grandeza de los poetas genuinos. Magnífico trabajo, te felicito!!!
un abrazote


Elisa Dejistani

3 de diciembre de 2011, 15:55  
Blogger ignacio ha dicho...

El hombrecito está perdido en el vacío del dolor, y claro no sabe que hacer. Es un poema inquietante Irene
Un cariñoso saludo de Ignacio

3 de diciembre de 2011, 18:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Extraordinario poema para un hombresito, todo se trasmite con la imágen y las palabras

maria elena tolosa

3 de diciembre de 2011, 19:03  
Blogger Adriana ha dicho...

Profunda interpretación, Irene. La obra de arte pictórica interactúa con la poeta, lee su cosmovisión y se traduce en palabras. Creo que todos somos ese hombrecito-marioneta que habita un mundo seco y terminal, donde el movimiento ha perdido sentido, no tiene respuesta posible ni estímulo, pero sigue "uno-dos, uno-dos". Muchas gracias por esta nueva obra de arte. Un abrazo. Adriana Maggio.

4 de diciembre de 2011, 10:19  
Blogger Liliana ha dicho...

"Allí donde su cuerpo adquirió voz". Maravilloso.

4 de diciembre de 2011, 13:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ese hombrecito al cual le diste vida esel que no nos deja en paz hasta crear al compás de su uno-dos.
Precioso.
Un abrazo.
Dragontesa Leuzzi.

4 de diciembre de 2011, 13:43  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué acierto este "hombrecito", y qué bellamente contás su historia!
Fue muy lindo Irene que nos acompañaras ayer, en la Plaza de los Españoles, en Castelar recordando la trayectoria y poesía de Alberto Ponzo y de Alba...
Abrazo Grande
Montse

4 de diciembre de 2011, 21:33  
Blogger Tony ha dicho...

Brillante tu escritura, melancólica, eterea, perfecta. El ser plasmado sobre un planeta quieto y sin respuesta. Abrazos. Antonio.

5 de diciembre de 2011, 9:48  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Querida Irene, tu creatividad a pártir de la imagen es notable. Me hiciste recordar cierta narración de Mujica Láinez con un hombrecito muy peculiar también. Gracias.

5 de diciembre de 2011, 10:20  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Conmovedor y eleganate. Un verdadero acierto, y un goce para los sentidos.
Saludos
Marta

5 de diciembre de 2011, 23:03  
Blogger claudia tejeda ha dicho...

què grande tu hombrecito, què bueno lo que le extrajiste a la imagen!
un abrazo!

6 de diciembre de 2011, 11:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Irene, muy bueno tu poema, que alude a la despersonalización y deshumanizacion de la vida contemporánea.
Un gran abrazo!!
Amalia M. Abaria

7 de diciembre de 2011, 15:08  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Genial poema, Irene. Un abrazo.

9 de diciembre de 2011, 0:01  
Blogger Marta Ortiz ha dicho...

Hasta el circo quedó vacío, y el hombrecito como una marioneta sigue en soledad haciendo lo que sabe, hasta el último segundo, aunque todo se extinga en el planeta maltratado. Como todos nosotros, en algún punto también marionetas, siguiendo nuestras pequeñas rutinas aunque todo se desgaste y desaparezaca alrededor. Excelente, Irene, lo disfruté y me conmovió, abrazo fuerte, Marta Ortiz

10 de diciembre de 2011, 15:51  
Anonymous angel rizzano ha dicho...

IRENE leyendo Tu Poema,sin la figu

ra del trapecista presente,en ese:

/la tierra es un desierto/

/los pajaros se marchan/

/quien sabe si volveran los muer

tos,si cantaran los vivos/ese hom

brecito se me hizo en su uno-dos-

uno-dos;un siniestro personaje re

presentativo de nuestro pasado y

no lo quise enviar,pasaron unos

dias y esta imagen se sigue impo

niendo es parte de nuestra histo

ria y con ellas viviremos;espere

mos puedan volver hoy otros hombre

s,a buscar las glorias pasadas,

UN ABRAZO Angel

11 de diciembre de 2011, 20:19  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Un hombrecito gigante por el genio que lo pintó y por la interpretación de una gran poeta.
Felicidades
Betty

18 de diciembre de 2011, 20:29  

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