Poema de Mariano Shifman
TESTIGO DE CARGO
Sin ir más lejos, quedo,
ahora soy el que observa a la hormiga
acarreando su instinto entre la hierba.
Desde esta ilusoria quietud
juro por mi alma de testigo
comprender su laberinto de briznas.
Estar aquí es el azar de mi oficio;
no ser ella, el latir de un mismo agobio
sobre otro suelo.
© Mariano Shifman
5 comentarios:
la hormiguita laboriosa hace lo suyo y nos enseña mucho en el camino de la vida; a eso nos dedicamos nosotros, a ser muchos como ellas-ellos. Otros son cigarras.
Abrazos y gracias
el latir de un mismo agobio sobre otro suelo.
Qué gran poema en si mismo, Mariano.
Besosssssssss
Hola Mariano: este sentir a la hormiga, ponerse en su lugar, entrar en su cosmos, habla de una visión del mundo, una forma espiritual de ver la vida donde ningún ser nos es ajeno, y cada brizna de pasto alberga un secreto maravilloso, al igual que el latido de las hormigas, que es en realidad el pulso de la tierra. Saludos poéticos Irene Marks
Poema filosófico, con excelentes imágenes, espléndidamente completado y complementado por la imagen. Me gustó mucho. Hoy, observar a la hormiga; mañana o dentro de un rato, ser la hormiga observada. Muy bueno. Saludos. Adriana Maggio
Un bello poema con exelentes imágenes una verdadera joya de la literatura
maria elena tolosa
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