Poema de Jorge Luis Estrella

TEXTOS DE MÁXIMO ESTRELLA 2

La inclemencia me deja parado en los rincones
temblando ante el incómodo paso de los días
y mastico la inocua experiencia que alcanza
para ver apenas lo que no puede verse.
Los terremotos me inundan la sequía
con crímenes voraces y violaciones múltiples
dejándome entre aludes de llantos y quejidos,
con niños que buscan sus huesos en el aire.
Uso mi gorra vieja para pedir monedas
en el desierto que construí con arena importada
y sólo algún camello me saluda de lejos
y se va hacia el oasis que soñó la otra noche.
Me declaro impotente con notable potencia
porque grito a los vientos el dolor de mi esperma
y adopto perros y pájaros perdidos
para poder compartir el hambre que me mata.
Una música antigua me secuestra el oído
y casi tarareo los insultos más dulces
que aprendí de mis padres al escuchar sus besos.
Pero me quedan dudas en mi arcón de esperanzas,
pero me quedan larvas en mi trono de anémonas,
pero me quedan uñas donde van las caricias,
pero me quedan nubes para tapar los soles.

© Jorge Luis Estrella