Poema de Isabel Llorca Bosco

LAS VOCES QUE ENMUDECIERON

…la belleza de tu poesía puede transformar el fantasma en fantasía
marta
27.9.11 Comentario al poema Collar en Mis poetas contemporáneos de julio

A veces crece un amor desorbitado,
vas a huirle y la sombra del bosque te sigue fiel
amarrada a tus pies como tu sombra.
Te posee de los pies a la cabeza,
¡qué podrá tu mente memoriosa que gozaba de tanta lucidez!
Otros amores te duelen y desencantan,
y éste te enloquece, te llena de brotes el corazón:
Son las palabras de los muertos con el canto de las sirenas detrás
y querés huir de todos los presentes.
El amor crece alguna vez desorbitado.
Pesan tus pies como si llevaran arrollada
alguna alfombra persa que el paso desenrosca
como el tapiz de un laberinto que no sabés quién urdió.
Lo tramaste en tus días de ensueños, como “el persa dijo en su lengua de aves y de rosas”, y canto y sangre, ruiseñor y pérdidas,
para quedar encerrada en esa música de imágenes y no poder salir de allí.
En el centro de la alfombra está el patio y es negro como un toro
y es triste como un hombre en soledad.
Las voces que llegan ensucian el silencio.
Te escondes detrás de unas orquídeas
que nadie te traerá viva ni muerta.
Son el lila y el violeta permitidos
de un largo medio luto
que es tu vida,
como tuviste que padecerlo en el ‘66.
Crece un amor desorbitado
como una casa en desorden
donde está todo, pero escondido en sí mismo,
y no hay nada in presentia.
En tu mundo agridulce.
Sólo es dulzura ese deseo bueno
de que el fantasma se torne fantasía.

© Isabel Llorca Bosco